Los niños y niñas suelen suelen soñar a menudo con convertirse en grandes futbolistas. No tan habitual es descubrir a jóvenes con la pasión por el arbitraje en las venas. A esos, por su extrema escasez, hay que cuidarles doblemente. Y clubes como el Malilla promueven activamente que los más pequeños sigan adelante con su pasión por el silbato con actos como el del pasado sábado.
Mario Pérez (10 años) nunca ha vestido la camiseta del CD Malilla pero sí es un habitual de la escuela. Su hermano milita en uno de los equipos del club y el personal de las instalaciones destaca que el chico siempre ha acudido a ver los partidos ‘armado’ con su pack de cartulinas, muestra de su pasión por el arbitraje desde una temprana edad.
Por eso, el CD Malilla quiso dar a Mario la oportunidad de debutar como trencilla el pasado fin de semana en un partido de categoría Querubin, en el que no hay competición y en el que se permite también presencia de los técnicos de ambos equipos sobre el terreno de juego. El joven, vistiendo la equipación amarilla de árbitro y silbato en ristre, recibió un banderín de manos de Juan Cerdán, presidente de la entidad, quien le deseó suerte en su futura aventura como colegiado.
Para ello habrá todavía de esperar un poco, ya que Mario no tiene todavía la edad reglamentaria. Pero, en cuanto cumpla los doce años, el joven ya ha manifestado su intención de inscribirse para ser árbitro federado y poder pitar partidos en competiciones organizadas por la FFCV. Mientras llega ese momento, podrá seguir practicando sus habilidades impartiendo justicia en partidos no competitivos como el de hace unos días.
Desde ESPORTBASE le animamos a que siga adelante y cumpla su sueño, en este caso el de llegar a ser un gran colegiado sobre el terreno de juego.