Una vez inmersos en el mes de septiembre, empiezan a rodar también los equipos pertenecientes a la Reto Iberdrola. Uno de esos equipos es el filial del Valencia que continuará una temporada más en la segunda categoría del fútbol femenino nacional, aunque a comparación del año anterior, hay muchas caras nuevas y otras, que ya no estarán en la Ciudad Deportiva de Paterna.
Empezando por el apartado de bajas, hasta ocho futbolistas abandonaron la entidad valencianista durante el pasado verano. La guardameta María Pi puso rumbo al Granada. La pareja de centrales formada por Lydia Navarro y Liliana Llopis también dijo adiós para marcharse a la UD Aldaia y al Sporting de Gijón, respectivamente. Otra de las jugadoras que causa baja en la parcela defensiva es Lara Sánchez, quien quiso probar la experiencia en Estados Unidos.
En la zona de creación, una incansable como Paula Nieto tampoco continuará después de una temporada complicada a causa de una lesión de rodilla. Fue una jugadora vital en el ascenso del equipo a Reto hace dos años, en la temporada del doblete, pero el curso pasado no pudo disfrutar por culpa de esa lesión.
Por último, en la zona ofensiva, hasta tres jugadoras se han despedido del conjunto che. María Descalzo, otra jugadora castigada por las lesiones, abandona Reto Iberdrola para seguir creciendo en Primera Nacional de la mano del Mislata. Zaira Gay toma el mismo camino, pero lo hará en las filas del filial del Villarreal. Por último, Claudia Jiménez, una de las jugadoras clave en los últimos años, tomó la decisión de marcharse al Málaga.
En el apartado de novedades, aparecen hasta siete jugadoras nuevas. Cinco de ellas son procedentes de la cantera. Este es el caso de Laura Blasco, Irune Cervera, Leire Herráez y Nuria Morell, que suben del ‘C’ que compitió el pasado curso en Primera Nacional. Posteriormente, Irene Guillem también se suma al primer filial valencianista, después de haber militado en el Valencia ‘D’ de Primera Regional.
Además, otras dos futbolistas como María Àngela Sanchis, del Dínamo Guadalajara y Nerea Tellería procedente del CA Osasuna completan, a priori la plantilla valencianista.
Con respecto a las jugadoras que estaban la pasada temporada, repiten un total de 15. Será importante bajo palos Nerea Pallás, quien ya ha realizado la pretemporada con el primer equipo y es una de las jugadoras prometedoras de la cantera valencianista. En los laterales continúan jugadoras con experiencia en el filial como Ana Vallés y Laura Pascual, que también formó parte de la pretemporada del primer equipo.
Otra de las jugadoras llamada a ser importante este año es Empar Ibáñez. La centrocampista de 18 años ya tuvo un elevado protagonismo en la pasada temporada en Reto y sus grandes actuaciones le han valido para hacer la pretemporada con el equipo de José Bargués. Ahora le llega el momento de consagrarse como uno de los pesos pesados del equipo.
Además, retorna tras una larga lesión Marta Tortajada, otra de las jugadoras con experiencia del equipo y que aportará verticalidad en el centro del campo. En zona ofensiva habrá que estar pendiente de la aportación que puedan realizar jugadoras como María Ferrer o Carolina Atienza, que deben ser las principales figuras en el ataque che.
En definitiva, el proyecto del Valencia va a depender en gran parte de cómo se adapten las jugadoras jóvenes a una categoría tan exigente y también, de que jugadoras que el año pasado no partieron como titulares en abundantes ocasiones y pasen a ser indispensables para José Vicente Giménez puedan alcanzar un nivel óptimo.
El cuadro che tiene una edad media muy joven, de tan solo 19 años, y tener un buen arranque liguero que dote de confianza a la plantilla puede ser crucial para el devenir de una temporada que se presenta complicada para todos los equipos después del salto cualitativo que, a priori, ha experimentado el Grupo Sur de la Reto Iberdrola.