El Levante es uno de los pocos equipos que está siendo capaz de competir contra Barcelona y Atlético de Madrid en la Primera Iberdrola en los últimos años. El proyecto dio un giro radical hace ya dos años y desde entonces se ha ido perfilando temporada a temporada con el objetivo de acercarse cada vez más a los dos grandes dominadores de la competición.
La pasada campaña el cuadro granota apostó por María Pry en el banquillo y aunque el comienzo tal vez no fue el esperado, la realidad es que el equipo acabó cuajando una buena temporada y habiendo recortado mucho la diferencia con el Atlético con respecto a la anterior temporada.
Ahora, la intención para la temporada 20/21 es la misma, aunque con muchas caras nuevas y ausencias notadas. Con respecto al curso anterior el Levante ha perdido jugadoras importantes para el proyecto como Ivana Andrés, Ona Batlle o Maitane, además de otras futbolistas como Corredera, que también tuvo protagonismo durante las temporadas que estuvo en Orriols, o Nerea Pérez, Gemma Gili, Sandra Torres, Ruth García, Sonia Bermúdez y Guti. Estas tres últimas cuelgan las botas tras su última experiencia en el club granota.
Para suplir todas estas bajas han llegado jugadoras de renombre que hacen que el proyecto del Levante tenga una apariencia inmejorable. En la portería acompañará a Paraluta una joven guardameta con María Valenzuela. Sin duda es una apuesta de futuro y a priori convincente. Valenzuela ha sido importante en las inferiores de la selección española y tuvo brillantes actuaciones en la portería del Granada la pasada temporada.
Sin duda, el equipo de Pry va a contar con una defensa de muchas garantías a pesar de la marcha de Ivana. Un paso importante es la continuidad de Rocío Galvez, que firmó una excelente temporada en su primer año como levantinista. Pero además, la llegada de Cometti, María Méndez y Calligaris hace que la entidad granota tenga una defensa exquisita.
Cometti era la mujer clave en la zaga sevillista, además de internacional con Argentina y con experiencia en un Mundial. Por otro lado, esa experiencia de la argentina se combina con la llegada de María Méndez. La asturiana es una jugadora muy joven, de una alta proyección y que sorprendió a propios y extraños tras realizar una temporada sobresaliente como líder de la zaga deportivista en su primer año en Primera Iberdrola. Y por último Calligaris, que combina su juventud con experiencia en la categoría tras pasar por Atlético y Valencia, donde rindió a un nivel excelso.
En el centro del campo el Levante aglutina mucha calidad además de contundencia. Gili y Maitane pusieron rumbo a la Real Sociedad pero en su lugar llegó Toletti con experiencia en el Montpellier e Irene Guerrero, que es una de las debilidades de Pry y llega para ser una de las jugadoras importantes del proyecto. Además, procedente del Valencia llega Carol Férez que puede actuar partiendo por banda y también en la mediapunta, siendo un nexo de unión con las atacantes.
A estas llegadas hay que añadirle la continuidad de jugadoras capitales para el Levante como Banini y Zornoza. Ambas llevan el control del juego granota. La argentina aporta la magia, el desequilibrio y la calidad, mientras que Zornoza adhiere pausa y tranquilidad al juego levantinista.
Por último, en la zona atacante el Levante no se ha reforzado, al menos de momento, pero sí que ha logrado mantener a Eva Navarro, que estuvo cerca de marcharse al Real Madrid, pero las famosas listas de compensación lo complicaron todo y la murciana continuará un año más siendo una de las referencias ofensivas en el conjunto levantinista. Algo que también se espera de Esther González, que no tuvo la temporada deseada en su llegada al Levante, y se espera que en la 20/21 dé el nivel que es capaz de ofrecer.
Con todo esto y teniendo en cuenta que para el próximo curso serán tres los equipos españoles que accedan a la Champions, es evidente que el Levante tiene un proyecto con la capacidad de competir por esos primeros puestos al nivel de grandes estructuras como la del Atlético de Madrid o el Real Madrid.