¿Cuántos deportistas de base tenemos en la Comunitat Valenciana? ¿Y en España? Muchos, desde luego y de múltiples deportes. Son niños, niñas y jóvenes que están acostumbrados a tener una rutina, a entrenar con técnicos y con compañeros unas cuantas veces a la semana después de ir a su colegio habitual y competir cada fin de semana. Y, de repente, ya no. Es una rutina que volverá, pero… ¿cuándo?
Pero no sólo eso: detrás hay técnicos, árbitros/as, padres y madres, dirigentes… que están alrededor de toda esa infraestructura que genera emociones, amistades, bienestar, buenos hábitos… y también otras cosas.
En esta situación de confinamiento que nos ha tocado vivir, ¿qué cosas podemos tener en cuenta para afrontarla de la mejor manera y después volver a la actividad cotidiana, cuando sea? ¿Cómo debemos afrontar todo esto para, por una parte, vivirlo de la mejor manera posible y también sentirnos fortalecidos al habernos enfrentado con éxito a una situación tremendamente atípica?
Además, ¿hemos pensado cómo queremos que nuestros/as jóvenes se sientan cuando vuelvan otra vez a la rutina habitual? ¿Y que lo que hagamos ahora determinará cómo van a estar y qué cosas (buenas y no tan buenas) van a aprender durante todo este periodo?
Para las niñas, niños y jóvenes en general, y específicamente para los/as deportistas de base, es necesario “trabajar” día a día esas condiciones para que, por un lado, afronten de la mejor manera esta situación de confinamiento, y por otro para que, cuando todo esto se normalice, cada deportista de base esté preparado para reiniciar su actividad de la mejor manera.
Sobre eso, podemos hacer cosas como las que os comentamos a continuación:
✅ Aceptar la situación.
Es muy importante en estos momentos, además de hacer caso a las autoridades expertas, el poner los pies en el suelo y decir cosas como “es lo que hay” y sobre eso organizarnos de la mejor manera. Pensamientos del tipo “es que no podemos jugar con mi equipo” o “esto no debería ser así” o “no debería pasar nada si me salto un poco la restricción” son totalmente contraproducentes, generan malestar y frustración. Es mejor otros como “tenemos que estar en casa y vamos a ver qué cosas nuevas podemos hacer para organizarnos bien” o valorar los puntos positivos de esta nueva situación (como poder estar en familia, hacer cosas que normalmente no hacemos…).
✅ Organizarse en función de un horario racional.
Cuando las rutinas habituales desaparecen, es adecuado crear otras nuevas en función de las circunstancias. Por ejemplo, incorporar espacios en el horario para levantarse más o menos a una hora; tener tiempo para hacer las tareas que mandarán los profes del cole; concretar el periodo de uso de las tablets, videoconsolas, televisión…; ayudar en las tareas domésticas; tiempo para hablar y hacer actividades en familia; leer; actividad física….Todo en casa, claro.
✅ Realizar actividad física en función de las posibilidades.
Aunque a veces jugar o realizar actividad física es complicado en una situación de confinamiento, es el momento de dejar que la creatividad desarrolle acciones de juego (también en las redes sociales se plantean muchas posibilidades), utilizando aquello que se tenga a mano, como las escaleras, globos, combas… y otros juegos a realizar en pequeños espacios en casa.
✅ Reducir, en lo posible, la incertidumbre.
Es decir, fomentar la percepción de control de manera que sepamos en cada momento qué podemos hacer (de manera flexible, aceptada y fluida)y nos centremos en lo realmente importante (en este caso, el día a día con inteligencia racional). En este sentido, entender que no sabemos cuándo se va a normalizar todo esto, pero sí que lo que “nos toca” es organizarnos nuestro día a día, es fundamental. La Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana ha lanzado un mensaje que ayuda en este sentido: “No sabemos cuándo se van a reanudar las competiciones, pero sí sabemos que, sea en la fecha que sea, se van a finalizar”. En función de los conocimientos actuales, toca centrarnos en lo realmente importante reduciendo la incertidumbre.
✅ Confiar en que estamos haciendo lo mejor que podemos hacer.
Este punto es fundamental y por ello es necesario que fomentemos la sensación de que estamos haciendo caso a los expertos, que eso es lo mejor para todos y que no podemos hacer más ni menos: estamos haciendo nuestra parte, la que nos beneficiará a nosotros y a todo el mundo. Es una labor importante para todos hacer bien nuestro trabajo (esta vez en casa) y debemos fomentar la conciencia (además de hacer “lo que toca”) de que esto es así.
Es cierto que puede haber personas que centran gran parte de su tiempo de ocio en aquello que tiene que ver con el deporte de base, y en función de eso pueden aparecer emociones negativas al no poder disfrutar de esa actividad. Es bueno pensar en estos y todos los casos que no sabemos lo que va a pasar mañana, pero sí lo que está pasando hoy; y eso lo podemos controlar. Controlemos lo controlable.
Cuando se reanude la actividad habitual (puede ser de manera progresiva o quizás más bien “de repente”), sería bueno que esos/as deportistas hubieran aprendido a adaptarse adecuadamente a las circunstancias aceptando la realidad sin conformarse (buscando las mejores soluciones para ello) y de esta manera estén bien preparados para incorporarse progresivamente a un horario más normalizado, también a los entrenamientos, partidos y demás entornos sociales que se desarrollan en el deporte de base.
Entre todos, todos lo haremos. Todo pasa, y cuando pase, si hacemos “lo que toca”, tendremos la sensación de que cada uno de nosotros hemos puesto nuestro gran granito de arena para volver a esa ahora deseada normalidad.
David Peris Delcampo
@dperisd
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte
Entrenador Nacional de Fútbol y de Fútbol Sala
Presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte