En el encuentro con los medios de comunicación del pasado lunes 2 de diciembre, el presidente de la FFCV Salvador Gomar hizo balance de sus primeros 12 meses al frente del ente federativo con varias pinceladas en torno a un proyecto que llevaba tiempo valorando: el traslado de las oficinas federativas desde su actual sede en la calle Barón de Cárcer en Valencia a otro emplazamiento más acorde con las actuales necesidades de la FFCV y que se pueda asemejar al modelo de la Ciudad del Fútbol RFEF de Las Rozas.
«Estamos desarrollando un plan estratégico de la mano de la RFEF para que la FFCV en los próximos 3 años tenga un organigrama definido, realizar la transformación digital y trasladarnos a una sede nueva«, explicó a los presentes. ¿Y por qué se quiere realizar ese traslado? «Queremos una sede con campos de fútbol y mejores instalaciones para atender a los jugadores y jugadoras. Estará en un enclave con buena comunicación con las provincias de Alicante y Castellón«, agregó.
No es la primera vez que un proyecto semejante sale a la palestra. De hecho, en el proceso electoral de 2018, ambos candidatos dejaron entrever la necesidad de un traslado, aunque fue David Albelda quien más énfasis puso en la necesidad de una Ciudad del Fútbol Valenciano para apuntalar el futuro del ente federativo.
La idea, sin embargo, ya rondaba los despachos de la FFCV años atrás, incluso cuando Vicente Muñóz era presidente y Salvador Gomar ejercía como secretario general. La sede en pleno centro de Valencia fue un punto a favor hace más de treinta años, cuando las condiciones de la urbe, tráfico y movilidad eran muy diferentes a las de ahora. Acceder a ella era relativamente cómodo para todos; en la actualidad, los clubes y federados encuentran muchas dificultades tanto de acceso como de aparcamiento. Hace años que se viene barajando un cambio de aires, pero solo ahora se ha planteado un proyecto serio sobre la mesa.
El ejemplo asturiano
La Valenciana no es la única territorial que se está moviendo. El pasado 12 de diciembre, Luis Rubiales protagonizó un viaje por tierras asturianas que le llevó a visitar las obras de la nueva sede de la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias. Un proyecto cuya primera piedra se puso en febrero de 2019 y que podría servir a la FFCV como ejemplo de las ventajas y también dificultades que supondría un traslado de su sede. En el caso de la Asturiana, todas sus instalaciones y servicios en Gijón se trasladarán a este complejo de 25.000 metros cuadrados en Nuevo Roces, junto a los campos federativos que ya posee en territorio gijonés.
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En el ejemplo asturiano, el Ayuntamiento de Gijón cedió los terrenos para la construcción del nuevo edificio -que se espera esté finalizado para el año 2020- en un proyecto que ha tardado casi una década en fructificar. En tierras valencianas se espera que la idea no tarde tanto tiempo en ejecutarse.
¿Dónde estará la nueva sede?
En el caso de la FFCV, las condiciones no son exactamente las mismas que en Gijón. Para empezar, porque la Asturiana solo construyó el edificio principal para el traslado y ya tenía los campos de entrenamiento; eso obliga a la Valenciana a buscar un espacio de aproximadamente el doble de tamaño (se habla de cerca de 50.000 metros cuadrados) en el que levantar un edificio de oficinas, dos campos de fútbol-11, uno de fútbol sala, una residencia y un salón de actos. También se baraja la creación de otro edificio, más pequeño, que pueda ejercer como ‘universidad del fútbol’.
El diario Las Provincias apuntó la posibilidad de que Mislata o Torrent puedan ser las localidades donde este proyecto cristalice. Ambas son ciudades con un gran arraigo deportivo y futbolístico: en el caso de Mislata, su concejal de Deportes Toni Arenas es miembro de la actual junta directiva FFCV y la apuesta por el deporte es decidida desde hace muchos años; en el caso de Torrent, la pujanza del diputado provincial Andrés Campos y la existencia previa de un Centro de Alto Rendimiento le da un mayor margen de experiencia en la gestión de este tipo de recintos.
Mientras 2019 agota sus últimas horas, en la Federació siguen ‘peinando’ y detallando el proyecto, que debería estar listo para presentar a las autoridades en los primeros meses de 2020. La sintonía con la RFEF es absoluta. El régimen de gestión (concesión a largo plazo, de 50 o más años) parece definido, pero son ahora las localidades candidatas a albergar el complejo las que deben convencer al ente federativo de su idoneidad.
Sea donde sea, la FFCV tiene clara la principal finalidad: la modernización de la sede, la comodidad de sus federados, facilidad de acceso desde las principales vías de tráfico (en ambos casos el acceso sería a través de la V-30) y dejar atrás el carácter nómada de las convocatorias de las diferentes selecciones territoriales, que se entrenan y juegan en trece campos federativos repartidos por toda la provincia. Una vez la Ciudad del Fútbol esté completada, será allí donde lleven a cabo sus entrenamientos y concentraciones.