El CFF Marítim es uno de los equipos más emblemáticos en el panorama del fútbol femenino valenciano y que poco a poco va desarrollándose cada vez más. Su presidenta, Sonia Torres, define al Marítim como un equipo “que surge de la cantera” y añade que en el club siempre ha habido muchas jugadoras de la escuela que han ido subiendo hasta el primer equipo.
Sobre esto, apunta que uno de los objetivos que tiene la entidad es “crear una fidelización en las jugadoras para que las niñas más pequeñas tengan el objetivo de llegar al primer equipo” y cuenta que se fomentan iniciativas para que exista una “unión entre las jugadoras más mayores y las más pequeñas”.
En cuanto al primer equipo y su estancia en Primera Nacional, la presidenta explica que “la categoría está mucho más competida”, pero que la categoría “no ha bajado de nivel”. María Félix, jugadora del equipo de Nacional, se marca como objetivo “acabar en la parte media de la tabla, ya que somos un equipo joven y todavía tenemos que conocernos más”.
Con respecto a las iniciativas que lleva a cabo la Federació, Sonia valora los clínics como algo que aporta un “beneficio evidente” debido a que esto permite que niñas que “no se habían acercado nunca a un campo de fútbol o que no sabían que tenían la oportunidad de jugar, prueben y vean que les gusta”.
Por otro lado, son varias las jugadoras del primer equipo que entrenan equipos de la cantera. Sobre esto, la presidenta apunta que esto se debe a que la intención es que las niñas tengan “una referente y un espejo donde mirarse”.
Además, el Marítim es uno de los pocos equipos que en su cantera, tiene los bloques divididos por categorías. Es decir, tienen un equipo benjamín, otro alevín, un infantil, un cadete y un infantil-cadete. Sobre esto, Torres comenta que está dividido así “desde hace muchísimo tiempo porque se consideró que era lo lógico para favorecer el desarrollo de las niñas”.
Sobre el cambio de categorías que habrá el próximo año en el fútbol base femenino valenciano, cuenta la presidenta que a la hora de estructurarse, al Marítim no le va a suponer mucho cambio, pero recalca que el cambio “va a influir mucho en el desarrollo de las niñas y va a ser muy beneficioso en cuanto al fomento del fútbol femenino y a la normalización”.
En cuanto a su experiencia personal, Sonia Torres cuenta que tuvo que esperar para poder jugar a fútbol. Confiesa que al principio no se atrevía “a plantear que quería jugar a fútbol” y cree que el mayor avance de todos es haber conseguido que “una niña pueda decir que quiere jugar a fútbol”. Asimismo, añade que la creación del club y el motivo por el que ella sigue vinculada al Marítim es debido a que “no queremos que ninguna niña esté durante muchos años viendo el fútbol desde la grada”.
Por último, otra de las cosas que destaca en el Marítim es la fidelidad de las jugadoras con el resto de equipos de la escuela. Así lo explican María Félix y Candela García, futbolista del equipo cadete. María cuenta que siempre que puede “intento venir a verlas para que las más pequeñas vean que nos interesamos por ellas”. Mientras tanto, Candela apunta que “siempre gusta ver a la escuela jugar y competir contra el resto de equipos”.
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