Foto: Agencia EFE
Volver a Balaídos será siempre especial para Ferran Torres, que el pasado mes de enero ayudó a prender la mecha de la reacción del equipo en la segunda parte de la temporada con su primer gol en LaLiga. El Valencia CF cogió un nuevo impulso a su paso por Vigo con una victoria importantísima y, a partir de ahí, fue capaz de armar una reacción que lo llevó a asegurar la Champions y a proclamarse campeón de Copa del Rey.
Uno de los ‘highlights’ de esa remontada vibrante fue el gol del canterano, cuya aportación fue determinante. Entró desde el banquillo a la hora de partido y apenas unos minutos después empataba el encuentro con una volea tras centro de Gayà para que después Rodrigo, sobre la bocina, hiciera el 1-2 definitivo.
Con 18 años, 10 meses y 20 días, Ferran se convertía con ese gol en el tercer valencianista más joven en marcar en LaLiga, solo superado por Juan Mena y Fernando Gómez Colomer. Un tanto para colarse en la historia del club de Mestalla y que recuerda meses después de manera muy especial por la necesidad de ganar que tenía el equipo y por lo que supuso individualmente para él.
El valencianista suele cambiar la camiseta con los rivales al final de cada partido, pero aquel día no lo hizo, iba a ser para él. Ferran se llevó a casa la elástica de su primer gol en LaLiga y la guarda como oro en paño junto con la de su debut con el primer equipo.
Aquel tanto tuvo un impacto clave en la temporada. Los abrazos de Piccini, Gameiro o Parejo daban buena cuenta de ello. Para el valencianista fue el segundo en cinco días y es que resultó también determinante para derrotar al Sporting de Gijón en la Copa del Rey con una asistencia y un tanto de bella factura para cerrar la goleada (3-0) en Mestalla que dio al Valencia CF el pase a los cuartos de final de una competición de la que acabaría proclamándose campeón.
Texto: Valencia CF