Las futbolistas están hasta el gorro de los medios que las ‘descubren’ ahora (porque juega el Real Madrid)

Foto: Real Madrid

El fútbol femenino lleva más de treinta años jugándose de manera profesional en nuestro país. La primigenia Superliga Femenina data de 1988, pero si nos remontamos a su práctica amateur, hay que echar la vista todavía más atrás tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España. Pioneras, mujeres que tuvieron que crecer y perseverar en mitad de la incomprensión porque «eran otros tiempos», y con esa excusa valía toda con tal de hacerlas de menos. Pero no lo lograron. Ellas siguieron jugando. Jugando. Y jugando. Hasta llegar al momento de esplendor que se vive en la actualidad.

Un momento de esplendor, simbolizado por los récords de asistencia en diferentes campos españoles para vibrar con partidos de futfem o el brutal seguimiento que tuvo el Mundial Femenino de Francia 2019, que viene empañándose en los últimos meses por motivos ajenos a las futbolistas, y que en la mayoría de casos tienen a sus responsables en los medios de comunicación de masas. Y, como gran pretexto detrás, el Real Madrid.

Que nadie se engañe: esta reflexión no es un ataque al Real Madrid.

Repetimos: no es un ataque al Real Madrid. Todo lo contrario; ya era hora de que el cuadro madridista apostase decididamente por el futfem, aunque sea en este caso absorbiendo la estructura de un CD Tacón que todavía no puede llevar aparejada la nomenclatura merengue en la presente temporada pero que ya ‘funciona’ como uno de los equipos de la estructura blanca, con fichajes de relumbrón (vienen a la mente las suecas Asllani y Jakobsson), mayor presupuesto y, por descontado, una mayor cobertura mediática.

Es en este punto donde nos toca detenernos. Porque el Real Madrid, como decía, no incurre en nada negativo adentrándose en el futfem en 2019, igual que el Valencia CF lo hizo en 2009, el Atlético en 2001, el Levante UD (oficialmente) en 1993 o el FC Barcelona en 1988. Cuantas más jugadoras y más equipos, mejor. Pero sí que empieza a existir cierto hastío por parte de futbolistas que llevan años batiéndose el cobre sobre el césped -natural o artificial- e incluso sobre campos de tierra y que ahora tienen que soportar determinados comentarios en los medios de comunicación debido a que el club más respaldado mediáticamente del país ha puesto un pie en el fútbol femenino por primera vez en su historia.

Para muestra, un botón: las reacciones el pasado martes de varias jugadoras de élite, como Maripaz Vilas o la recientemente retirada Anair ‘Lombi’, a una serie de comentarios difundidos por el show televisivo ‘El Chiringuito’ respecto a la irrupción del Madrid en el futfem español. «El fútbol femenino se ha puesto en el mapa con la llegada del Real Madrid», fue el titular en redes escogido por el programa de variedades deportivo de Atresmedia para ilustrar unas declaraciones de Ninochka Gómez, jugadora del Pozuelo de Alarcón Femenino. Las respuestas no se hicieron esperar:

Maripaz Vilas fue todavía más dura: la delantera gallega del Valencia CF Femenino recalcó que el futfem lleva muchos años «en el mapa», aunque quizá había medios -como el citado programa- que no prestaban la suficiente atención:

Como era de esperar, las palabras de Ninochka fueron rápidamente matizadas: la guardameta insistió en que hacía referencia al mapa «mediático», no al deportivo, después de que se sucediesen las airadas reacciones a su comentario.

Más allá de sus declaraciones -nadie cree que Ninochka quisiera faltar el respeto a nadie, aunque quizá acudir a semejante formato de programa, que a menudo retuerce los titulares para aumentar el impacto de las intervenciones de sus invitados, no fuese la idea más brillante-, convendría no pasar por alto el creciente malestar de cada vez más futbolistas y jugadoras de élite debido al desprecio con el que ciertos medios están hablando de un futfem que lleva peleando toda la vida por visibilidad y repercusión.

De pronto, se encuentran con esa repercusión tan ansiada, pero no por motivos deportivos ni de esfuerzo o superación, sino porque un club de fútbol masculino -que lleva aparejada a su estela una cohorte de medios que se dedican a enaltecer sus andanzas desde la exageración y la hipérbole– acaba de abrir sección femenina.

Y claro, como el Madrid acaba de abrir sección femenina, es obligatorio para ellos hablar del Real Madrid Femenino. «El Madrid Femenino ficha», «el Madrid Femenino se refuerza», «no creerás el gol que acaba de meter la nueva ‘crack’ del Madrid Femenino…», y sigue y sigue. El resto de equipos, para estos medios, son meras comparsas. Carne de cañón. No existían antes de la temporada 2018-2019.

Y en el caso del Madrid CF Femenino, el ‘insulto’ es doble: no sólo se está haciendo de menos la labor que lleva realizando a nivel de cantera y resultados desde 2010, es que además se les está ‘robando’ su denominación. En apenas unos meses, el Madrid CFF ha pasado de ser el ‘único’ Madrid a ser ‘el otro Madrid’, el no ungido, el que no porta corona ni el apelativo de Real.

Háganselo mirar, señores de los grandes medios. Que las jugadoras están cada vez más ‘quemadas’ con este asunto. Y los aficionados van camino de estarlo también. Un poco de respeto hacia las futbolistas y profesionales que llevan décadas (¡décadas!) tirando del carro y han elevado el deporte hasta las cotas actuales. El futfem no nació en verano de 2019, aunque haya quien lo crea.

Autor / 1848 publicaciones

Fundador y director de ESPORTBASE Media desde 2015. Periodista, educador y deportista. Tras una década con los 'mayores', descubrí lo satisfactorio que es inculcar valores deportivos y personales a los niños. Mi padre fue mi héroe.

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