Promeses en detalle (Jornada 8): El Sevilla se mete en cuartos con solvencia ante el CD Malilla (2-0)

Foto: David Pascual / COTIF

El Sevilla hizo gala de la primera posición lograda previamente en su grupo C y no falló contra el Malilla, que pecó de falta de acierto en los metros decisivos de gol. De nuevo, el conjunto de Nervión se puso en las manos de sus porteros seguir con la portería a cero y su delantero Rubén Pardo, que volvió a ser decisivo de cara a gol.

Los primeros minutos del duelo fueron un auténtico regalo para los sentidos de los más de 200 espectadores presentes en el campo de Els Arcs, que ayer se engalanó para dar inicio a sus particulares octavos de final desde buena hora de la tarde. Con el menú del día expuesto desde la noche del domingo y el sello de calidad garantizado, al tratarse de dos equipos punteros en sus respectivos grupos, la puesta en escena del Sevilla y Malilla fue de Champions. Y no porque lo dijeran los padres y madres, que también, sino por la sintonía motivadora -natural de la competición europea por excelencia- que sonó pocos segundos antes de que los chicos saltaran al verde y la pelota empezara a rodar. Fue como un viaje soñado por los mejores estadios del mundo, aunque, eso sí, llevado a un COTIF Promesas Istobal que lo pasó en grande desde el pitido del colegiado.

El Sevilla y el Malilla, conscientes de la importancia del duelo, pisaron el terreno de juego con las pulsaciones por los vuelos, dejando las caricias y sus pelos repeinados de buenos niños en los vestuarios. Especialmente los jugadores del Malilla, que adelantaron todas sus líneas desde el primer minuto con el fin de conseguir lo que nadie hasta el momento: perforar la portería sevillista. Y, como resultado de esa presión asfixiante, a punto estuvo de lograrlo Jesús López con un lanzamiento desde la frontal que rozó las mallas. Fue el primero de muchos avisos, pero ya saben que en esto del fútbol quien falla lo acaba pagando, tan viejo como cierto. El conjunto de Nervión, tras resistir el vendaval de los valencianos, se encomendó una vez más a su jugador más destacado. Rubén Pardo, que ya había creado alguna que otra ocasión gracias a su portento físico, no erró el mano a mano y anotó el único gol de la primera parte, llevando a su Sevilla por delante en el marcador al descanso.

Tras reposar las piernas y airear las mentes, algo necesario en un partido de este nivel y nerviosismo, el Malilla siguió luchando desde atrás y, sin perder nunca la fe, esperó su oportunidad. Sin embargo, la peor de sus noticias -y del torneo- llegó con la lesión de Sergio Lloscos, su delantero más importante, que tuvo que abandonar el campo entre lágrimas y los aplausos del público. Y, claro, esta situación supuso un punto de inflexión en la moral de sus compañeros, que ya no dispusieron de ninguna ocasión clara de gol antes del final del partido. El Sevilla, por contra, siguió a lo suyo. Aferrado atrás, dejando pasar los minutos, puso el broche de oro en los últimos minutos. Marcos Peregrina, con una jugada endiosada al girar sobre sí mismo hasta dos veces con el balón pegado a las botas, marcó el segundo tanto y selló el pase del Sevilla a cuartos.

Ficha técnica:

Sevilla FC: 2

CD Malilla: 0

Goles: 1-0. Rubén Pardo. 2-0. Marcos Peregrina.

Texto: Vicente Boix / COTIF

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