Como uno de los grandes jugadores de la historia de Holanda, Edwin van del Sar lo consiguió todo como portero de la Juventus y, años después, defendiendo la portería del Manchester United. Retirado desde hace ocho años, ahora su principal reto es devolver al Ajax a la primera línea del fútbol europeo como director ejecutivo de la entidad. En una amplia entrevista en El País, el ex guardameta desgrana la metodología empleada en la formación de canteranos y jóvenes promesas en tierras holandesas.
Cuando Johann Cruyff relanzó la cantera ‘ajacied’ en 2011, lo hizo con una particularidad en mente: la precoz edad a la que los talentos holandeses emigran a otras ligas más potentes. Van der Sar destaca esa labor:
Comenzamos a poner más énfasis en entrenar más horas. Dado que nuestros jugadores se iban antes, debimos asegurarnos que se formaran antes para poder integrarse antes en el primer equipo. No podemos permitirnos esperar a que cumplan 24 años para que estén listos para competir de forma regular dos veces por semana y gestionar la intensidad física y mental. El proceso llevó mucho tiempo. Pero conservamos la filosofía y la mentalidad del club. Nos gusta tener un estilo.
Un proyecto que, lógicamente, requirió de una fuerte inversión económica:
Hemos invertido 26 millones de euros en nuestro centro de entrenamiento porque nuestra aspiración es no esperar a que los futbolistas cumplan 22 años para estar a tope, sino que se integren en la plantilla con 16 o 17.
Con jugadores como Frenkie de Jong y Matthijs de Ligt en el punto de mira de superpotencias europeas, Van der Sar tuvo que convencerles para que completaran su proceso formativo en casa:
Les dije: “Tened un buen año con nosotros, haced una buena temporada en la Champions, ganen un trofeo y váyanse como leyendas del Ajax”. No nos ha ido bien contra el PSV en la Eredivisie, pero nuestra campaña europea ha sido genial. Contra el Bayern fuimos realmente competitivos. Fue una gran batalla. Los jugadores se demostraron a sí mismos que tenían calidad.
Para finalizar, a juicio del ex portero, la posibilidad de contar con infinidad de jugadores europeos en los clubes de países como España, Italia o Inglaterra es el principal motivo de que los tiempos de formación se hayan acortado:
En un mundo ideal tendríamos a los jugadores hasta los 26 años y entonces los venderíamos en el máximo posible de su valor. En el mundo real, en el mundo en el que vivimos desde la Ley Bosman, es muy difícil retener el talento. No es casual que la última gran dinastía del Ajax se remonte a los noventa, cuando solo se permitían tres extranjeros por equipo. Ahora no podemos competir con las cinco grandes Ligas europeas, con sus derechos de televisión y sus salarios. Aquí un jugador gana cinco o seis veces menos. Para nosotros la ambición es desarrollar y educar jugadores de primer nivel mundial. Luego, los jugadores naturalmente quieren jugar junto a los mejores futbolistas. Eso pesa más que el salario.