Foto: Cabanyal Canyamelar
Fuentes del Cabanyal Canyamelar confirmaron este martes que la decisión está tomada: el futbolista de su equipo Amateur que agredió a un jugador del Històrics de Valencia el pasado domingo será dado de baja en la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana y dejará de formar parte del equipo.
Una decisión que se barajaba en la jornada del lunes y que se ratificó por la noche, después de mantener una reunión con el propio futbolista y escuchar de su boca las explicaciones pertinentes. Aunque el futbolista insiste en que la acción fue un lance del juego y respondía a un golpe previo, los dirigentes del club no titubearon al tomar la decisión, tras confirmar que había sido un puñetazo en el rostro del rival. Una decisión que contó con el respaldo del resto de futbolistas del equipo, que ya habían dejada clara su postura respecto a dicho comportamiento que consideraban inaceptable en el equipo.
Se da la circunstancia de que este es el primer incidente que se vive en el Cabanyal Canyamelar en sus casi diez años de vida: el club, fundado en 2009, tiene una política de tolerancia cero con la violencia en forma de código interno que sus jugadores (tanto del equipo Amateur como del Amateur Femenino) siguen a rajatabla.
Dicho código dicta que:
- en caso de agresión a un rival, el futbolista es expulsado del equipo;
- en caso de agresión a un árbitro, y siempre que haya un juicio, el propio club tiene estipulado presentarse como acusación particular contra su propio futbolista, además de expulsarle del club.
Las mismas fuentes del club cabanyalero lamentan que la entidad -que vive esta temporada su décimo aniversario– sea noticia por lo sucedido, pero añaden que es una manera de poner a prueba los códigos de conducta aplicados en sus equipos y de constatar que no hay cabida a la violencia en su club. También aluden al comportamiento «intachable» de sus jugadores en la última década como aval.
El agredido ya ha sido dado de alta
Por su parte, el futbolista de 18 años agredido el pasado domingo recibió el alta hospitalaria el lunes por la tarde. El joven jugador del Històrics de Valencia ya descansa en su domicilio, donde se recupera de una rotura de pómulo con desplazamiento y una fisura en la cuenca del ojo, por la que -por el momento- no va a tener que someterse a cirugía.
Tras conversación con este periódico, el joven insistió en no querer hacer por el momento declaraciones de manera pública, pero reiteró que la acción había sido un puñetazo en el rostro sin balón de por medio. También agradeció todas las muestras de apoyo recibidas.