En un fin de semana en el que la sensibilidad del mundo del fútbol se vio sacudida por los incidentes ocurridos en Buenos Aires con motivo de la final de la Copa Libertadores, el fútbol base valenciano también vivió su particular calvario con varios incidentes lamentables. Uno de ellos, quizá el más grave, afectó de pleno al director deportivo del Torrefiel ACE, Rafael Montero, y también a su familia mientras acudía a presenciar el partido de su equipo Juvenil ‘A’ ante el Júpiter de Massamagrell. El club local, mientras, ofrece una versión de los hechos diametralmente opuesta en un partido que finalizó con incidentes en zona de vestuarios según el acta arbitral.
La versión de Montero
«Había entre 30 y 40 personas en la grada, no chiquillos, sino entre 18 y 40 años, que empezaron a fumar marihuana«, recordó el protagonista en un testimonio espeluznante en ESPORTBASE Radio. El Campo de Massamagrell ha sido escenario ya de incidentes con este grupo de personas en el pasado, individuos que según el testimonio no iban con ningún equipo y no se les veía afiliación «ni con CD Massamagrell, ni con San Lorenzo ni con el Júpiter Massamagrell».
Tras llamarles la atención debido al fuerte olor a droga que emanaba de su sector, su respuesta fue «ponerse a increparnos». Al descanso, el director deportivo del Torrefiel ACE informó al árbitro de lo que estaba ocurriendo en la grada y el árbitro indicó que se tomarían medidas. «No se si se lo comunicó o no al delegado», narró Montero, «pero se siguió fumando marihuana y el olor era insoportable».
«Es bien sabido por todo el mundo del fútbol que, si vas a ese campo, sabes a lo que te expones», rememoró el técnico. Así, con el partido finalizado (1-0 para el cuadro local), el director deportivo entró en vestuarios para hablar con el árbitro sobre la incidencia, aunque fue sacado «a empujones» de la zona arbitral al considerar que no tenía derecho a reclamar nada.
Entonces ocurrió. «Esta gente estaba fuera, esperando. Dentro del campo no sucedió nada, los jugadores de ambos equipos se dieron la mano. Pero cuando se marchaba la gente, ya con luces apagadas, me di cuenta mientras me iba con mi mujer y mis dos hijos de que unas doce personas estaban en una zona de la salida esperando». Aunque tenía todos sus sentidos en alerta, no quedó más remedio que pasar por ese lugar. «Cuando pasamos, se levantaron y empezaron a insultar a mi mujer, con machismos, ‘vete a fregar’, ‘payasa’ y demás. Di la cara y pedí explicaciones. Nos rodearon y empezaron a empujarnos. Ves peligrar tu integridad física, la de tu mujer, agarré a mi hija y la acerqué para intentar protegerla», declaró.
En ese instante, «mientras estaba separando», dos agresores «vinieron por detrás y me pegaron». «Recibí dos golpes por la espalda. La suerte que tuve es que no caí al suelo, porque si caigo al suelo no salgo vivo de ahí«, manifestó. Dos entrenadores que había cerca vieron las agresiones y se interpusieron entre la familia y los violentos. «Uno de ellos era el delegado del Júpiter. Nos dijo: ‘¡Iros de aquí, que os matan!’ Mi hija de 6 años estaba llorando y también mi hijo, aunque ya tiene 17 años, estaba muy nervioso», agregó. Apresuradamente la familia se metió en su coche y emprendió la marcha, y «aún hubo una persecución» durante varios metros por parte de una furgoneta dorada en la que iban algunos de los violentos «para intimidar o no se exactamente para qué».
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Montero exige medidas
Toda la experienca está pasando factura a la familia del afectado, pero Montero tiene claro a quién pedir responsabilidades. «Mi queja no es a los clubes, sino al Ayuntamiento de Massamagrell. Que se den cuenta de lo que sufren los equipos que van allí a jugar, todo el mundo va a allí atemorizado y saben lo que pasa. La FFCV sabe lo que pasa en ese campo y no hay remedio de ninguna manera», denunció
A su juicio, el Ayuntamiento es «el principal culpable» y debería poner «un conserje o a alguien» que impida el acceso a esa gente. También manda un aviso a los clubes visitantes: «Recomiendo a cualquier club que tenga que jugar en ese campo que vaya con la Guardia Civil de la mano si pretenden jugar tranquilos allí», añadió.
Rafa Montero agradeció el apoyo recibido por parte del Torrefiel y de muchos otros clubes y personas vinculadas al fútbol base. «Ver a mi familia y lo que tuvieron que sufrir sólo por ir a pasar una tarde de fútbol… no se lo deseo a nadie. Te quita las ganas de todo. Los golpes, el dolor, las cervicales… Todo eso se va. Pero lo otro se te queda en la cabeza«, concluyó.
El árbitro reflejó insultos y actitud agresiva del público visitante
En lo que respecta al partido en si, el acta arbitral (además de hacer referencia al suceso de la marihuana, que el árbitro indica fue solventado en la segunda mitad) refleja incidentes camino de la zona de vestuarios nada más finalizar el partido protagonizados por la afición del Torrefiel.
«Al finalizar el encuentro, gran número de personas identificadas como público del equipo visitante se me ha tirado encima cuando me dirigía al vestuario, insultándome y haciendo gestos con las manos agresivamente, donde he visto peligrar mi integridad física. Durante el transcurso de estos hechos el delegado del equipo local ha actuado perfectamente, velando por mi seguridad».
Además, los responsables del Júpiter ofrecen una versión diametralmente opuesta de lo sucedido y apuntan al comportamiento del director deportivo del Torrefiel como fuente de conflicto nada más finalizar el choque. Según fuentes del club, Montero se habría metido en la caseta del árbitro «a decirle de todo» nada más finalizar el choque «y hubo que sacarle de allí». También apuntan a que el comportamiento de su mujer no fue adecuado, con insultos en dirección a los presentes. Para respaldar su versión, se remiten al acta arbitral y a que el delegado actuó de forma correcta en todo momento.