VIDEO: La Diputació de Valencia con los retos del deporte femenino: ‘Las chicas han llegado al fútbol para quedarse’

Que a una niña le digan que no puede practicar el deporte que le gusta y que practican sin problemas los niños de su edad “es brutal”. En esta reflexión coinciden clubes, instituciones públicas, jugadoras, árbitras, periodistas, patrocinadores y la propia Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana, que prepara un programa de nombre ‘Valenta’ con el que pretende contribuir al imparable crecimiento del fútbol femenino.

A ellas no les gusta hablar de ‘fútbol femenino’, pues el deporte que practican es el mismo al que juegan los chicos. Bastaría con llamarlo fútbol, aunque aceptan el matiz para seguir avanzando en la visibilidad que necesita la mujer en un deporte tradicionalmente de hombres. Del mismo modo que escuchan con resignación que no juegan tan mal, entre un mar de tópicos. Todo por no desandar un camino que conduce a la igualdad de oportunidades; a que las niñas puedan disfrutar del fútbol como los niños, sin necesidad de jugar con gente que les dobla la edad o realizar largos viajes para competir los fines de semana.

Estas son algunas de las conclusiones del primer debate global que aborda los retos del fútbol femenino, en el que ha colaborado la Diputació de València a través del área de Juventud, Deportes e Igualdad que dirige Isabel García. La diputada, que huye del concepto mercantilista del deporte, apuesta por el apoyo institucional al fútbol base y femenino, e insta a los clubes a echar el resto para resolver el problema de la falta de visibilidad en el que coinciden todas las partes. “Es tarea suya atraer a más gente a los campos para seguir creciendo”, apunta García.

El fútbol femenino vive su particular eclosión después de una larga travesía por el desierto. La creación de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, la entrada de Iberdrola como patrocinador oficial de la Liga y el interés de las televisiones, que han disparado las audiencias y han llevado el fútbol femenino a los grandes estadios de la geografía nacional, han propiciado un importante crecimiento de licencias y también que las niñas tengan referentes futbolísticos tanto masculinos como femeninos. Pero esa irrupción en el imaginario futbolero de las Mari Paz, Charlyn Corral o Sandra Paños debe llevar aparejada una consolidación de las escuelas como base del deporte en Igualdad y un aumento de la asistencia a los partidos, que no está en consonancia con el despegue de las audiencias televisivas.

Un sueño cumplido

Algo se ha conseguido ya en este reto del fútbol igualitario, y es que las niñas que antaño renunciaban a su sueño por falta de oportunidades y se refugiaban en otras disciplinas deportivas, que sí les abrían las puertas, disponen hoy de escuelas y clubes que apuestan por ellas desde la base.

El CFF Marítim es un ejemplo, con más de una década “dando respuesta a una demanda real, como es que las niñas querían jugar al fútbol”. Lo dice Sonia Torres, presidenta del club y anfitriona del debate moderado por el periodista Paco Polit, de ESPORTBASE.

“Me duele mucho que una niña se quede sin jugar al fútbol”, confiesa Sonia, que actualmente tiene su escuela al máximo de capacidad y advierte de sus intenciones: “Las chicas hemos venido para quedarnos; un partido de fútbol femenino no es algo exótico”. Una realidad que no tuvo la suerte de conocer Zulema Díaz, hoy jugadora del CFF Marítim, cuando era una niña. “De pequeña siempre tenía un balón entre los pies, pero era muy difícil encontrar un club que te dejara jugar. Me vi obligada a elegir otro deporte y después de varios años coleccionando golpes en la Selección Española de Taekwondo decidí dejarlo y jugar al fútbol. Debuté con 24 años”, relata Zule, que también entrena a las niñas del Marítim.

El caso de Vic Lluch, capitana del Aldaia, no es muy distinto. Vic recorrió el mundo del karate, la natación, el tenis y hasta el hockey, antes de poderse acercar a su deporte favorito a través del amateur y el fútbol sala. “Mientras los chicos jugaban en un radio de 30 kilómetros, nosotras teníamos que pagarnos los autobuses para hacer desplazamientos mucho más largos”, recuerda la capitana del Aldaia, que celebra el salto que ha dado el fútbol femenino sin olvidar que “la casa se ha construido por el tejado y no hay que descuidar la base trabajando con todas las
niñas que quieren jugar al fútbol”.

También las árbitras aportaron sus experiencias en este encuentro global. Rita Cabañero y Ainhoa Remón son dos referentes del arbitraje a sus 25 y 21 años respectivamente. Rita no lo tuvo fácil para convencer a sus padres y apuntarse a un curso de arbitraje. Ainhoa empezó a jugar a fútbol con 4 años y a arbitrar con 11; diez años después es toda una veterana que ha llegado a la élite. Rita destaca el trabajo psicológico y la personalidad para seguir creciendo. Ainhoa valora la implicación del Comité de Árbitros en su formación y una creciente profesionalización y tiene muy claro el camino: “Si no disfrutas con lo que haces, déjalo”.

Cuestión de pasión

El principal motor del fútbol femenino es la pasión de quienes lo mueven. Lo explica Marina Gassent, ex jugadora y coordinadora del Valencia CF Femenino: “Los que trabajamos con las chicas lo hacemos de forma vocacional, por pasión y no tanto por un salario. Llevamos años luchando por el fútbol femenino y aunque aún nos falta visibilidad hemos avanzado mucho en recursos económicos, materiales e instalaciones”. Marina agradece la independencia de la que disponen en la gestión del VCF Femenino e insiste: “Somos más profesionales pero con la misma pasión”.

En la misma línea se expresa el responsable de la cantera del Levante UD, Ximo Requena. “Queremos que las jugadoras tengan una formación integral y disfruten, pero también que la presencia de la mujer en el fútbol no se quede en una moda”. Para ello pide no infravalorar el trabajo de las escuelas y normalizar las diferencias entre chicos y chicas porque “todo es fútbol”.

Mucho se ha avanzado desde el nacimiento de aquel Valencia Femenino en el Colegio Alemán, al que seguían familiares y amigos en el campo de Beniferri. Hoy un derbi femenino en Mestalla cuenta con 25.000 espectadores, la televisión retransmite partidos de la Liga Iberdrola y los clubes valencianos son los que más jugadoras aportan a la Selección pese a no ser la federación territorial con más licencias, pero quedan muchos retos por abordar. Entre ellos, animar a los hombres a ver más partidos de mujeres; visibilizar más el fútbol femenino en los barrios y las redes sociales y que los medios apuesten por una mayor difusión para que el incremento de las audiencias se haga extensible a la asistencia a los campos.

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