Todavía con el tono de voz del que ha sufrido una gran decepción, el seleccionador Cadete de la Federación Valenciana de Fútbol, Javi Lafora, analizaba este lunes los motivos de caer en la final del Campeonato de España Sub-16 ante Andalucía en la prórroga: «Fue un palo muy grande, perdimos la ventaja muy deprisa», dijo en una entrevista este lunes en ESPORTBASE Radio (99.9 Valencia Radio).
La Valenciana anotó en el minuto 79 de partido el 3-2 que le daba el título, pero el árbitro añadió siete minutos al choque y ahí la FFCV encajó el 3-3 y se quedó con dos hombres menos tras sufrir sendas expulsiones. «El desenlace final fue muy duro. Fue un palo muy grande, en dos minutos se perdió el control del partido: de estar casi tocando la copa a tener por delante veinte minutos con dos jugadores menos», rememoró.
En esos momentos, los jugadores formaron un círculo para recibir instrucciones de cara al tiempo extra: «Intentas transmitirles tranquilidad en la charla antes de la prórroga, pero tampoco tienes mucho tiempo. Los jugadores estaban en ‘shock’ antes de afrontar esos minutos. Intentamos reducir pérdidas, no ir muy arriba para economizar esfuerzos… En la prórroga, los jugadores que estuvieron en el campo hicieron un esfuerzo tremendo. Estuvieron a la altura, se merecen un diez«, admitió.
«En lo que es el balance general del partido, sin contar la prórroga, mantuvimos nuestra identidad y sistema que nos hizo llegar ahí», dijo con orgullo. «Desde que empezamos la primera fase hasta el domingo mantuvimos unos conceptos que se vieron en el campo. Jugábamos contra Andalucía, que están muy organizados siempre. Tuvimos muchas ocasiones, pero quizá nos faltó materializarlas«, agregó.
Un año intenso para la Sub-16
La posibilidad de realizar más de una quincena de convocatorias y entrenamientos esta temporada con los Cadetes de la FFCV ha sido una de las claves para lograr unión y compenentración: «La selección Sub-16 tiene un gran nivel, es un privilegio ser su seleccionador. Luego hay que acertar y saber escoger a los futbolistas», dijo un Lafora que apuntó al «secreto» de «formar una piña, una familia» que se veía desde fuera del campo.
«El trabajo de los ojeadores y coordinadores ha sido espectacular, y esa ‘piña’ que forman los técnicos se ha trasladado a los chavales. Cuando les reuní por última vez en el césped, quería levantarlos a todos del suelo, no acabar con esa imagen. No era justo que hiciésemos un campeonato tan bueno y acabar así. Por eso les dije que era un orgullo ser su entrenador», sentenció.