Foto: Paco Polit
Con la tecnificación y el perfeccionamiento en fútbol se pretende reforzar y potenciar las habilidades técnicas individuales que mejoren la calidad futbolística del jugador, con el objetivo de dotarle de mejores recursos técnicos para ser más eficaces dentro del juego colectivo. Es por ello, que es un entrenamiento especializado e individual, donde cada niño trabaja para potenciar sus carencias.
Para ello, inicialmente utilizaremos una metodología analítica, donde haremos hincapié en gestos técnicos que queramos mejorar o potenciar y donde el jugador tan solo tiene ejecutar el gesto, hasta que adquiera un patrón de acción óptimo. A partir de aquí, incrementaríamos la dificultad (de lo más fácil o lo más difícil), donde añadiríamos pequeñas variables en la toma de decisión, hasta buscar una metodología más global, donde el niño entienda y domine el gesto técnico en un contexto de partido. La idea es que el jugador vaya entendiendo el porqué de realizar ese gesto técnico o qué superficie debe utilizar, en función del posicionamiento en el campo, de rivales, de compañeros y del espacio-tiempo que tiene para ejecutar la acción.
En este tipo de entrenamiento, me parece fundamental entrenar con grupos reducidos de 2-3 personas, para generar pequeñas situaciones de juego que nos ayuden a asimilar y a entender, que gesto utilizar en cada momento, siguiendo la progresión explicada con anterioridad. Utilizaremos el descubrimiento guiado y la resolución de problemas, haciendo partícipes a los jugadores de su propia autoevaluación, para que tomen conciencia de sus propios errores. De este modo, partiremos del error como elemento de aprendizaje, aportándoles el feedback necesario y adecuado para que mejoren. Dada la importancia de cometer errores como elemento de aprendizaje, será importante crear un clima de confianza, donde el jugador no tenga miedo a fallar y que a su vez sea un aspecto motivador para esforzarse para mejorar y autosuperarse.
Para realizar los entrenamientos tampoco necesitamos que sea un material muy complejo. Con chinos, conos grandes, picas, miniporterías, y balones podríamos hacer una sesión bastante completa de trabajo.
A continuación pondré un ejemplo de cómo lo podemos hacer. Empezaremos por mejorar el control y el pase de un defensa central en temporización ofensiva de la línea de 4.
Montamos una portería con 2 conos y a 15 m montamos 2 miniporterías dispuestas en diagonal como se aprecia en la imagen.
Descripción del ejercicio: Se colocan dos jugadores en los carriles laterales, trabaja el del centro. Se pasan el balón constantemente para circularlo.
- El del centro controla con su pierna más alejada de donde viene el balón, con el interior del pie y hacia las miniporterías.
Aspectos a tener en cuenta: Es importante que el jugador no espere el balón en el control y que lo ataque, dirigiendo y golpeando con la superficie del pie a donde quiere llevar el balón. Si se deja el pie “muerto” el balón se quedará atrás o no tendremos precisión en la trayectoria a donde queramos llevar el balón.
Descripción del ejercicio: Lo mismo pero con oposición. Simulamos una situación de juego de una línea defensiva que circula el balón con la presión de un delantero al del centro.
- El del centro controla con su pierna más alejada de donde viene el balón, con el interior del pie y hacia las miniporterías. Con rival añadimos componente táctico: Controlo con la pierna alejada para alejar el balón del rival y facilitarme la siguiente acción (pase a compañero en carril lateral).
Aspectos a tener en cuenta: Añadiéndole un elemento como es el adversario conseguimos generar un contexto parecido al juego, teniendo en cuenta que un error en la ejecución técnica-táctica puede suponer una pérdida de balón.
Así concluimos con el ejemplo de hoy, con esto y con mucha imaginación podremos diseñar ejercicios para mejorar la técnica del jugador, en un contexto diferente y divertido fuera del equipo de fútbol.
Texto: Rubén Cazallas
Entrenador