Es bien sabida la relación existente entre una buena salud bucodental en los niños y su buen rendimiento deportivo: tener los dientes y encías sanas es un factor más a la hora de dar el 100% en la actividad física y deportiva, especialmente en fútbol base. Una de las herramientas profesionales más habituales en la etapa de crecimiento del niño es la ortodoncia: una especialidad muy concreta de la odontología que se encarga de prevenir y corregir la mala posición de los dientes y los defectos de los huesos maxilares.
Existen numerosas causas responsables de estos efectos, pero las más frecuentes son:
- La dieta moderna de alimentos blandos disminuye el tamaño de los huesos que albergan los dientes, favoreciendo su malposición y apiñamiento.
- El vicio infantil prolongado de chuparse el dedo o usar chupete produce el avance acentuado de la dentadura superior.
- La pérdida prematura de los dientes de leche, por caries sin tratar, impide la salida correcta de los dientes definitivos.
- La respiración con la boca abierta, por inflamación continuada de amígdalas y adenoides, así como diversas alergias, entorpece el desarrollo normal de los huesos y la dentadura.
- 5. La influencia de la herencia familiar transmite ciertos defectos en la posición de los huesos y los dientes.
- Ciertas enfermedades de las encías tienden a movilizar los dientes y colocarlos mal.
Una vez identificados los problemas presentes, el tratamiento de ortodoncia consiste en ir moviendo los dientes y huesos afectados de forma suave, continua y controlada, lo que requiere de una gran habilidad clínica profesional. Para conseguirlo, se utilizan una variedad de aparatos correctores, capaces de producir tales movimientos, que no deben ocasionar dolores o molestias, permitiendo al paciente comer y hablar sin dificultades.
Existen varias modalidades de tratamiento, según el problema a corregir y principalmente la edad del paciente:
- Preventivo: persigue la eliminación de los hábitos deformantes infantiles, generalmente en la dentadura de leche (de 3 a 6 años).
- Interceptivo: orientado a facilitar la salida normal de los dientes definitivos y mejorar el tamaño y posición de los huesos maxilares, generalmente cuando se inicia el recambio de los dientes de leche por los definitivos (de 7 a 11 años).
- Correctivo: el indicado cuando ya han salido todos los dientes definitivos (de 12 a 15 años).
- Rehabilitador: el que se tiene que realizar en los pacientes adultos, cuando ya han salido las muelas del juicio (a partir de los 18).
Los beneficios de la ortodoncia son innumerables: un tratamiento correctamente ejecutado por un profesional cualificado consigue el deseado alineamiento de los dientes y mejora la posición de los huesos maxilares. De esta manera, los dientes encajan bien procurando una buena masticación, se mantienen sanos y fuertes y se asegura una larga vida a la dentadura. Como importante valor añadido, unos dientes bien colocados producen una sonrisa bella y atractiva que refuerza la autoestima personal.
El mes que viene profundizaremos en los tipos de aparatos de ortodoncia, la duración y el éxito de los tratamientos. Si quieres informarte mejor sobre ortodoncias para lograr los mejores resultados para ti o para tu hijo, puedes informarte en la Clínica Dra. Oltra Moscardó, ubicada en la Avenida Blasco Ibáñez 64, puertas 3 y 4 (Valencia). Puedes pedir cita en el 96.361.00.11 y su personal especializado tanto en ortodoncia como en ortopedia y en odontopediatría con los más pequeños te guiarán paso a paso en los tratamientos que mejor se adapten a tus necesidades. La revisión completa es GRATUITA si vas de parte del periódico ESPORTBASE.