La ‘ruleta’ de la violencia en el fútbol base fue a caer este fin de semana en Salamanca, durante el transcurso de un partido de Benjamines que fue suspendido por el árbitro tras recibir amenazas de muerte de uno de los padres en la grada. La Guardia Civil se personó en las instalaciones a través de dos patrullas que identificaron al agresor verbal.
El partido entre el Jai Alai-Bolívar ‘A’ y el Villamayor ‘B’ transcurría con cierta normalidad en el campo de El Tori, según informó La Gaceta de Salamanca, cuando los hechos se desencadenaron en los minutos iniciales de la segunda mitad. El marcador señalaba un 0-1 desde el cuarto de hora del primer acto, cuando el Villamayor se adelantaba por medio de su jugador Iker García. Fue entonces cuando las circunstancias en este partido de la Tercera División Provincial Benjamín se precipitaron: tras una falta previa, uno de los jugadores locales se «tomó la justicia por su mano», por lo que el árbitro le amonestó con dos minutos de penalización fuera del campo.
Una decisión que el entrenador del Jai Alai, cuyas siglas son I. S., no se tomó demasiado bien: sus protestas se encontraron con una cartulina roja del árbitro, que lo expulsó del banquillo. Una roja que precipitó una batería de insultos y «graves amenazas», según los presentes, por parte de uno de los padres del conjunto local. Ante dicha situación, el árbitro dio por concluido el choque cuando aún quedaban muchos minutos por disputarse del segundo acto.
Según el citado diario, los insultos continuaron al finalizar el partido, por lo que se llamó a las fuerzas del orden para reconducir la situación. Dos patrullas de la Guardia Civil hicieron acto de presencia e identificaron al padre que había amenazado al colegiado. Dicho padre habría sido denunciado por su actitud.