El club cordobés Don Bosco negó este domingo en un comunicado que en su encuentro de la Liga Nacional Juvenil ante el Sporting de Ceuta hubiera agresiones del público a cuatro jugadores visitantes, como denunciaron los ceutíes, aunque admitió que se produjo una pelea entre futbolistas de ambos equipos.
El entrenador del Don Bosco, David Barea, explicó a la Agencia EFE que los hechos ocurrieron a pocos minutos del final del partido, que fue suspendido por el árbitro con el resultado de 1-0, a raíz de un saque de banda a favor del conjunto ceutí en el que su jugador Omar Harrak fue insultado por un aficionado, pero «no de forma racista».
«En ningún momento hubo insultos racistas», aseguró el técnico local, que relató que ese insulto provocó que «el futbolista ceutí le lanzara el balón a la cabeza al aficionado, y ahí empieza la pelea entre jugadores, nunca con aficionados, porque no hubo ninguna invasión de campo, como se indica en el acta» arbitral.
Barea afirmó que él se remite «al acta» y argumentó que «ya durante el juego se había avisado de que el partido estaba caliente, con entradas agresivas», al considerar que la actitud del equipo caballa «era desafiante».
«Se veía que podía pasar algo y ellos no paraban de soltar los codos en muchas jugadas», añadió, hasta que comenzó la pelea entre dos jugadores del Don Bosco y «cuatro o cinco de ellos», tras lo que uno de sus futbolistas cayó «KO al suelo y el otro salió corriendo hacia los vestuarios para refugiarse».
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Indicó que él llegó a ese lugar junto con el árbitro Javier Sánchez Carreras para «impedir que los jugadores del Ceuta continuaran las agresiones».
«Allí fue donde el jugador Mohamed Yarrari, que ya estaba vestido de calle porque había sido cambiado, me dio un puñetazo en la cara. Miré al árbitro y pensé que si le respondía no iba a seguir entrenando, y en ese momento el colegiado me dijo que lo había visto, pero Yarrari, que ya lleva varias expulsiones y peleas esta temporada, le preguntó desafiante que qué había visto», según Barea.
Confió en que el comité de disciplina decida conforme a la realidad de los hechos, mientras que el club cordobés criticó en su nota que se haya dado una versión «falsa» de lo sucedido y espera «dejar el nombre del Don Bosco en el lugar que le corresponde, tras 50 años de historia, y que ha sido difamado a nivel nacional«.
También recalcó que «lamenta los hechos ocurridos, con la esperanza de que haya sido ésta la última vez que acontezcan«.
El sábado, tras los incidentes ocurridos, el Sporting de Ceuta denunció que cuatro jugadores de su equipo habían sido agredidos por un grupo de aficionados del club cordobés y que se produjo «una invasión de campo», y anunció su intención de presentar una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional en la ciudad ceutí.
Texto: Agencia EFE