Foto: UEFA
Desde este lunes 1 de enero, la nueva Normativa Médica UEFA ha dado un paso más allá en su política de prevención de problemas cardiológicos y de salud para aquellos futbolistas profesionales que disputan sus competiciones.
Su ámbito de aplicación indica que estas revisiones y pruebas médicas son obligatorias para todos aquellos jugadores que aspiren a participar en competiciones organizadas por la UEFA; y también los requisitos médicos mínimos que la UEFA debe comprobar estén presentes en aquella Asociación o club organizador para el trato de jugadores, técnicos, el equipo arbitral o los observadores en cada partido.
En un documento de 20 páginas, el máximo organismo del fútbol europeo detalla una completa batería de pruebas, informes y análisis que los jugadores deben tener en regla para poder disputar sus competiciones. Estos son algunos de los más relevantes:
- Historial médico completo y actualizado al menos una vez al año;
- La inclusión de dicho historial de problemas vasculares, alergias, cáncer, problemas crónicos en las articulaciones, etc. en la familia directa del jugador (padres, hermanos, etc);
- Dolores o lesiones que el jugador pueda padecer en la actualidad;
- Un electrocardiograma de 12 derivaciones cada año cuyos resultados deben ser incluidos en el informe;
- Una electrocardiografía cada dos años cuyos resultados también deben ser incluidos;
- Examen ortopédico;
- Análisis de laboratorio que incluyan: glóbulos rojos, creatina, glucosa, etc.
También se indican los requisitos médicos mínimos para las instalaciones de aquellos organizadores de eventos UEFA. La nueva normativa detalla al milímetro aquellos objetos imprescindibles en un botiquín ubicado en la banda del terreno de juego; la presencia obligatoria de una ambulancia con fácil acceso al exterior del estadio; la presencia de un médico (que además debe saber inglés a buen nivel) y de un equipo de camilleros; la necesidad de una sala de curas de emergencia bien equipada en el interior de los vestuarios; etc.
Las medidas fueron rubricadas el pasado verano y han entrado en vigor a partir del 1 de enero de 2018. Aquellos clubes o Asociaciones que las incumplan se exponen a fortísimas sanciones por parte del organismo europeo. La UEFA espera, con este refuerzo de su política de prevención, reducir al mínimo los casos de ‘muerte súbita’ y lesiones o accidentes graves durante la disputa de sus competiciones.