Empieza un nuevo curso, volvemos a la rutina y casi como si fuera año nuevo, nos llenamos de propósitos nuevos para alcanzar en esta reciente etapa que empieza.
Apuntarse al gimnasio, dejar de fumar, llevar una vida más saludable, estudiar idiomas… son los típicos propósitos que nos proponemos todos pero, ¿cuántas veces iniciamos el curso llenos de energía y buenas intenciones y con el paso de las semanas todo se queda en el cajón del olvido?; ¿cómo podríamos conseguir que no se quedara solo en saludables objetivos que jamás llegaremos a alcanzar?
Reflexionando sobre ello me encontraba cuando leí la noticia de una nueva gesta de Ricardo Ten. Ten (Valencia, 1975), entre otro títulos, es 12 veces campeón de Europa, 7 veces campeón del Mundo, 3 veces campeón Paralímpico en la disciplina de natación. Después de anunciar que los Campeonatos del Mundo de Natación en México serían los últimos en los que iba a participar, informó de un cambio de disciplina deportiva: ciclismo. Con apenas un año entrenando “en serio” con la bicicleta consiguió la medalla de plata en ruta en el Mundial de ciclismo adaptado de Pietermartizburg (Sudáfrica).
No es el primer deportista que cambia de disciplina, (el mismo David Casinos ha cambiado atletismo por ciclismo) pero no deja de ser admirable la aptitud de estos atletas para seguir destacando en otros deportes, una vez ya lo han conseguido todo en el suyo.
Me pregunto qué es lo que lleva a un deportista que lo ha ganado todo en una disciplina, a encontrar nuevos alicientes y seguir queriendo volver a entrenar, superarse y competir.
Pero, ¿qué cualidades tienen en común estas personas que son capaces de superarse una y otra vez?
¿Y si nos propusiéramos obtener esta clase de cualidades o rasgos psicológicos para que los demás “mortales” podamos tomar, en la medida de lo posible, estos atributos y aplicarlos en nuestras vidas?
Si hablamos sobre deporte adaptado, ¿de dónde sacan los deportistas la fuerza de voluntad, la perseverancia, para superar barreras y salir adelante? El deportista Ricardo Ten en una entrevista reciente afirmaba “lo mejor del ser humano es su capacidad de adaptación ante cada situación nueva que te depara la vida”.
Observando que particularidades comparten estos campeones, primeramente destacamos que son constantes y perseverantes, de eso no hay duda. La perseverancia es la firmeza en la manera de ser o de obrar y la constancia la voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla.
Asimismo, estas personas, ya sea en el deporte o en la vida, están motivadas hacia la consecución de unas metas y están comprometidos con el logro de unos objetivos.
“El máximo está en lo que uno se proponga” decía el propio Ten en una entrevista.
También se puede constatar, un claro afán de superación, “la clave está en competir contra ti, superarte (David Casinos)”.
Igualmente se advierte una predisposición al esfuerzo; quizá influenciada por una clara actitud positiva ante la vida. David Casinos tiene una frase mítica que desde hoy hago mía: “todos los días sale el sol y si no lo hace, lo sacaré yo”.
Ahora imaginemos que conseguimos reunir estas cualidades: estamos motivado para conseguir una meta; nos encontramos comprometidos en realizar las acciones necesarias para alcanzarla; vamos a esforzarnos para ello; siempre siendo positivos; decididos a superarnos a nosotros; siendo constantes y perseverantes en la tarea….
Seguramente no sea una receta infalible, no vamos a ser campeones ni vamos a conseguir oros, pero a buen seguro estaremos más cerca de conseguir aquello que nos propongamos.
¿Y si vamos a por ello?
Texto: Jordi Mompó (psicólogo deportivo)
Contacto: psicomompo@gmail.com