La pasada semana, el CD Juventud Picanya presentó ante el Comité de Competición de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenicana un escrito en el que denunciaba lo sucedido en uno de los fondos del campo de Beniferri durante el partido de vuelta por el ascenso a Liga Nacional, desde el que se lanzaron botes de gas azul y piedras sobre el portero visitante, solicitando que se anulase el ascenso del CF San José. Cabe destacar que en el acta del partido el colegiado no reflejó estos hechos.
Tal y como ha podido saber ESPORTBASE, en el CF San José no tienen noticia alguna de esta denuncia del Picanya, en la que además solicitan que el partido sea dado por perdido al equipo local (que venció en la ida 1-2 y empató 1-1 en la vuelta consiguiendo el ascenso).
De lo que sí tienen constancia en el equipo azul es de otro recurso en el que se solicitaba que se revisase el estado de la mutualidad de los futbolistas del San José. Es decir, que hubiesen pasado la respectiva revisión médica. Una solicitud que caerá en saco roto, dado que todos los jugadores del CF San José la tienen al día.
El CD Juventud Picanya, consultado por ESPORTBASE, desconoce por qué no se ha elevado al Comité de Competición la totalidad de la documentación presentada, en la que aparte de la solicitud de la revisión de las licencias del San José se informa también de los actos de violencia ocurridos durante el partido provocados por un grupo ajeno a ambos clubes que, eso sí, simpatiza con el San José.
Sin embargo, el club azul se desmarca de estas personas, a las que ya ha tenido que desalojar en otras ocasiones. Ya en el partido de ida, el conjunto que dirige Jordi del Campo tuvo que llamar a la Guardia Civil para que este grupo violento fuese expulsado de las instalaciones por actitudes similares.
El Comité de Competición ha desestimado el recurso presentado por el Juventud Picanya, que acudirá ahora al Comité de Apelación. Esta vez no piden se les de por ganadores y, por tanto, ascendidos, sino que piden la repetición del partido a puerta cerrada y se cierren las instalaciones por el tiempo que se estime conveniente.
En dicho recurso, el conjunto visitante alega que habiendo tenido constancia «de que dicho escrito de alegaciones remitido por los gravísimos incidentes de orden público acaecidos en dicho encuentro y no referidos en su totalidad en el Acta arbitral, no ha sido tenido en cuenta por el Comité de Competición por lo que se está en el caso de proceder a decretar la Nulidad de lo actuado y por el Comité de Competición, se tenga en cuenta dicho escrito de alegaciones. Damos por reiterado lo manifestado en dicho escrito de alegaciones del cual le volvemos a remitir copia del mismo», y que dado lo sucedido «proceda a dictar resolución, acordando el cierre del campo del San José por los partidos que correspondan por los incidentes muy graves de orden público acaecido» además de «la anulación del partido disputado y la consecuente repetición del mismo en un estadio a puerta cerrada».
El CF San José confirma a este periódico que llevó a cabo la llamada a la policía, tras advertir por megafonía de que cesaran los lanzamientos de humo, para tratar de detener los altercados, que se sucedían en uno de los fondos durante la primera parte, y actuó por tanto de forma correcta, ya que estos hechos no tuvieron incidencia alguna sobre el resultado del partido.
En cuanto a la eliminatoria entre el San Jose y el Picanya es lógico lo que ha decidido la federación. Si tenemos en cuenta que el ascenso del San Jose ya estaba decidido de antemano es lógico que no acepten ningún recurso. Luego hacemos muchas campañas de juego limpio, cuando los que lo ensucian están en los despachos.
Curioso comentario sobre el ascenso ya «decidido» del San José. Y más curioso hablar de juego limpio. Hay entrenadores que buscan provocar a los jugadores de forma continuada desde el banquillo, con comentarios fuera de lugar, con el único propósito de buscar una respuesta de los mismos para conseguir su expulsión. Por supuesto es menos visible que otras acciones que llevan a cabo los asistentes a los partidos, pero igualmente antideportiva y de juego sucio, transformando el futbol en cualquier cosa menos deporte. Buscar en los despachos algo no conseguido en el campo alegando que los jugadores estaban afectados por los incidentes tampoco parece un juego muy limpio.