Las lágrimas de Marta y los 17.000 del récord

Pocas veces una idea acaba fructificando con tanto éxito. El concepto era sencillo: acudir al campo a disfrutar de una matinal de fútbol diferente, menos ‘mainstream’ de lo habitual en Mestalla, con otras protagonistas sobre el césped pero con la misma pasión. Ninguno de los 17.000 espectadores que acudieron este domingo al feudo de la Avenida de Suecia se marchó a casa decepcionado.

La afluencia, que supone el récord absoluto en la presente temporada para un partido de la Superliga Femenina (la anterior cifra estaba en manos del Atlético-Barça que se disputó en el Calderón ante casi 14.000 personas), es una prueba palpable de que el fútbol femenino, bien ‘vendido’ y promocionado, sí puede ser un espectáculo de masas en nuestro país como sucede en otros lugares de Europa como Francia, Alemania o, ya empleando el ejemplo más popular, Estados Unidos o Japón.

ESPORTBASE vivió ‘in situ’ una mañana en la que abundaron los goles, las caras de ilusión y de sorpresa, las familias al completo (en lo que supone uno de los mayores motivos de alegría) y muchas niñas y niños portando camisetas de sus equipos con nombres diferentes en sus dorsales: «Mari Paz», «Nerea», «Guti», «N. Gaitán», «Gio Carreras»

El derbi femenino se vivió, además, con un clima espectacular de cordialidad entre aficionados de ambos equipos. Todo lo que en un derbi masculino (que, si no ocurre nada raro, reviviremos a partir de la temporada que viene) supone roce, pique o conflicto, en jornadas como la de este domingo se convirtió en un motivo para compartir la pasión por el deporte femenino.

Respecto al partido en sí, la pegada y contundencia de un VCF Femenino al que no le pesó el escenario ni la responsabilidad de ejercer como local fueron decisivos para comprender un marcador tan abultado. El Levante Femenino no pudo o no supo sacar a relucir sus cualidades y, ante un rival trabajado tácticamente y capaz de aprovechar los espacios generados en las bandas, acabó cayendo con contundencia. Destacaron el gran partido de Débora García por la derecha, el poderío de Aedo en los dos cabezazos que abrieron el marcador para las de Cristian Toro y el trabajo habitual e incansable de la bregadora Mari Paz Vilas en punta de ataque.

Sin embargo, más allá del ambientazo (ola mejicana incluida), la fotografía del partido y la metáfora de lo que significa el deporte llegó con el sexto y último tanto, anotado por una Marta Peiró que acababa de saltar al terreno de juego. Luchó un balón largo hasta el final y acabó remachando en boca de gol, provocándose un éxtasis como hacía tiempo no se vivía en Mestalla.

Marta gritó, se señaló el escudo, lo besó, apuntó a la grada con el dedo y cayó derrumbada por la emoción y las lágrimas. Marta, valencianista, de familia valencianista, acababa de cumplir el sueño de cualquier niña que comienza a jugar al fútbol: marcar un gol en su estadio, ante su gente y vistiendo la camiseta de su equipo. «No hay palabra en el diccionario que pueda expresar todo lo que he sentido hoy», dijo después. «Desde pequeña, en Mestalla con mi familia, soñé este momento con todas mis fuerzas, y a veces los sueños se cumplen. (…) Besaría mil veces más este escudo«.

Un momento emocionante que resume por qué el deporte femenino, su impulso semanal y su promoción constante merecen la pena. Y ESPORTBASE estuvo ahí para verlo. Felicidades al VCF Femenino y ánimo al Levante Femenino tras la derrota. Nuestra enhorabuena a todos los que pusieron su granito de arena para una mañana inolvidable.

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Fundador y director de ESPORTBASE Media desde 2015. Periodista, educador y deportista. Tras una década con los 'mayores', descubrí lo satisfactorio que es inculcar valores deportivos y personales a los niños. Mi padre fue mi héroe.

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