El jugador formado en el fútbol base granota, cayó lesionado el pasado nueve de octubre de 2016. Aquella jornada, simbólica y con significativas connotaciones para los valencianos, el Levante saltó al verde del Estadio de Los Juegos del Mediterráneo luciendo la senyera. Fue la última aparición de Iván como titular. Y la secuencia se extendió en el tiempo hasta los días finales de febrero. Ayer retomó una condición que se había difuminado. El defensor se acomodó en el lateral derecho de la retaguardia desde el mismo nacimiento del duelo. Su actuación convincente va borrando un rictus marcado por la preocupación. Iván recupera percepciones y unas emociones olvidadas. “Han sido dos años muy complicados por las lesiones, pero la rodilla responde muy bien. Estoy muy contento por eso”, manifiesta a modo de corolario como si pretendiera establecer una pertinaz frontera con un pasado que desea desterrar de raíz de su memoria.
“Han sido dos años muy complicados por las lesiones, pero la rodilla responde muy bien. Estoy muy contento por eso” Iván López
“No te queda otra que poner la mejor cara y tirar hacia adelante. Espero que no vuelva a pasar y que pueda disfrutar del fútbol”, advierte echando la vista atrás para propulsarse con la confianza mental y psíquica que genera su meritoria participación en el duelo ante el Elche sobre el verde del Ciutat de València. “Los cuarenta y cinco minutos de Sevilla me dieron para coger ritmo. Estoy contento porque pude jugar noventa minutos y todo marcha bien”. Del enfrentamiento ante la escuadra ilicitana acentúa el valor que encierra la victoria y la expresión de un bloque de espíritu indómito. Desde esa perspectiva puede plantearse la remontada tras la diana de Nino en los albores de la confrontación. El Levante saltó el verde del Ciutat con un conocimiento exacto de los movimientos de los equipos inscritos en la zona alta de la tabla. Y el encuentro nació torcido.
“Era una semana importante tras los resultados que se habían dado. Aunque se puso el partido un poco complicado al final conseguimos los tres puntos”. A su juicio, hay un bloque, en el sentido más literal del término, que se manifiesta sobre el rectángulo de juego a través de un compromiso y de una responsabilidad extrema que le hace invulnerable a las objeciones. “Hay veintidós jugadores y todos rendimos a gran nivel. Sabemos lo que tenemos que hacer. Es la clave del equipo. Cada jugador se lo deja todo en el campo”. Iván marca la hoja de ruta del próximo objetivo liguero. El Real Valladolid y el Estadio de Zorrilla se materializan. “Nos queda otro partido complicado y vamos a ir allí con la mayor competitividad posible para intentar sacarlo”.