«Lo repetimos a menudo: no hace falta ser alumno para ser miembro del Club Deportivo». Paco Navarro, director de la escuela de fútbol del CD Caxton College, insiste las veces que sea necesario en este apartado. Desde su fundación en 1989, el Caxton College viene experimentando un crecimiento y consolidación que le han llevado a ser uno de los centros educativos británicos de referencia no sólo en la Comunitat, sino en toda España.
El proyecto de la escuela deportiva arrancó hace siete años, cuando el colegio dio un vuelco total a su filosofía deportiva para profesionalizar lo que, años atrás, formaban el paquete de deportes que se ofertaban como extraescolares. Navarro aterrizó en el club deportivo como primer director de la escuela de fútbol, «un proyecto ilusionante que tenía que ir creciendo poco a poco». Para ello, ha sido «fundamental rodearse de buenos entrenadores y un gran equipo técnico».
Fran Villalba, en la presentación del CD Caxton College esta temporada | Foto: Caxton College
Jose Gil es el coordinador de fútbol-11 y Jose Leal lo es en fútbol-8. Ambos forman parte de ese ramillete de profesionales que han crecido junto a la escuela en los últimos años. Ambos entraron como técnicos de base y, con el paso de las temporadas, fueron acumulando más responsabilidades. Leal recuerda la dura tarea de ordenar primero y cumplir después «objetivos acordes a la edad de los jugadores» para que, al saltar al fútbol-11, «todos tengan las mismas características, hayan trabajado bien en lo táctico y técnico, y puedan dar el salto mostrando riqueza en todas sus áreas».
Poco a poco, el número de efectivos en la escuela ha permitido crear una dinámica en la que buena parte de los bloques se mantienen, adquiriendo los equipos unos ‘refuerzos’ de gran calidad con los niños y niñas que vienen de fuera a enrolarse en la escuela «porque nos veían cada fin de semana en los campos».
UNAS INSTALACIONES DE PRIMER NIVEL
El centro escolar acumula cantidades ingentes de metros cuadrados de césped artificial y natural, tanto en su zona de recreo como en los campos de entrenamiento. Una inversión hace casi una década que sigue dando sus frutos años después: «El colegio quería ofrecer tanto a alumnos como a jugadores de fuera la posibilidad de competir en fútbol federado«, recuerda Navarro. Para los padres, eso sí, fue una transición dura: «Es difícil hacerles entender que esto no es una extraescolar, que aquí hace falta un alto nivel de compromiso y disciplina para entrenar y jugar«, agrega.
Uno de los campos de fútbol-8 en el colegio | Foto: CD Caxton College
Pese a estar en Puçol, los diez minutos de autovía que hay desde Valencia hasta el colegio no suelen suponer problema para padres y jugadores, ya que el CD Caxton College ofrece un servicio de autobús para desplazarse y traer y llevar a los jugadores a Valencia. Además, las sesiones de tarde tienen lugar en un horario que permite que «a las ocho y media de la tarde estén en su casa», y además cuentan con facilidades y aulas para repasar o hacer los deberes acompañados de un profesor de refuerzo.
«Por suerte, nuestras instalaciones las tienen muy pocos equipos, no sólo los campos, sino los vestuarios, sala de fitness, salas cubiertas para días de lluvia, piscina cubierta…», enumeran los técnicos. Un lujo para los jugadores del club, pero también un punto a su favor «que nos diferencia» para atraer talento de otros lugares y seguir hacer creciendo el club. «Vienen padres a curiosear y les llama la atención nuestra infraestructura, y eso es un escaparate muy bueno para nosotros», admite Gil.
Con todo, los entrenadores y responsables del CD Caxton College no olvidan lo importante: «Las instalaciones pueden crear las expectativas que sean, pero la clave son los resultados. Respeto, educación, transmisión de valores, mejora de los equipos. Eso es lo que nos mueve«, recuerda Leal.
ENTRENAMIENTOS BILINGÜES
«Muchos de los jugadores que tenemos son nativos británicos, y no hablan español», recuerda Navarro. Lógico, dado que se trata de un centro británico que cuenta con muchos alumnos de otros países. Así, cada sesión de entrenamiento es una suerte de inmersión lingüística, aunque siempre hay por lo menos un técnico capaz de dar las instrucciones en ambos idiomas sin problema.
Jose Leal, Jose Gil y Paco Navarro | Foto: Ángel Ferrer
Las nacionalidades de sus jugadores, en los siete años de vida de la escuela deportiva, han sido de lo más variado: española, inglesa, escocesa, rusa, alemana, china, rusa… La multiculturalidad ayuda a la integración, pero en el campo todos hablan el mismo idioma. «La jerga futbolística ayuda a dar instrucciones, incluso los propios jugadores se ayudan y traducen entre ellos», indica Leal.
Además, hay muchos padres y personas del entorno de algunos de los alumnos que supone una gran ayuda… porque están muy vinculados al fútbol de élite. ‘Papis’ famosos como Nuno Espírito Santo, César Sánchez, Stefan Mellberg, Juan Carlos Garrido, Phil y Gary Neville, Iago Fernández o ahora Daniel Olcina han estado vinculados al club deportivo en algún punto. «Es de agradecer que gente de tanto renombre y con horarios tan ocupados se preste a ayudarnos desinteresadamente», apunta Navarro con orgullo.
«Sólo el bagaje de estas personas, poder compartir debates y opiniones, ya enriquece muchísimo a los técnicos y motiva muchísimo a los niños, que juegan sabiendo que hay un jugador o ex jugador famoso en la banda animándoles», concluye Leal.