¿Cuántas veces hemos oído hablar mal del deporte Rey? ¿Cuántas bien?
La respuesta dependerá del círculo que frecuentemos. Si es en una grada de fútbol, a excepción de algunos personajes que van a otras cosas, la respuesta será en su mayoría buena. Pero si nos acercamos a otra cancha de cualquier otro deporte la mayoría de las veces serán negativas. Aunque en el fondo les guste y sean consumidores de este. Esto viene dado por el monopolio de nuestro deporte, que por norma general está en la mayoría de las conversaciones, en prensa o en las noticias. Cada vez más parecidas a Sálvame, copadas por quehaceres y chismorreos de Madrid o Barça.
Hemos tenido estas semanas la oportunidad de asistir a varios eventos en los que había gente vinculada al fútbol. Decimos vinculada porque en realidad, los eventos no tenían nada que ver con este deporte. Ambos eventos eran entregas de premios.
En el primero, el presentador y jefe del proyecto abrió la “interesante” gala con un bonito discurso en el que recalcaba que su plataforma era para el deporte minoritario. El otro evento, un concurso de emprendedores deportivos.
Hasta aquí todo bien, el caso se empieza a torcer cuando en el primero los cabezas de cartel son Del Bosque y Voro (entrenador del Valencia CF). Para más inri, una de las acciones del “tremendo” espectáculo (reiteramos, de deportes minoritarios) fue dar un premio a aficionados de fútbol, que “sólo” duró 25 minutos de la gala.
En el segundo se encontraba Javier Tebas, un “claro ejemplo” de emprendedor deportivo. Presidente de la LFP hablando de deberes y obligaciones que acomete la liga con otros deportes. Presentando sus programas internacionales y alardeando de lo importante que es atender a los clubes pequeños. Sin comentarios.
No hace falta contar quien salió en las noticias. Pero si recalcaremos que deportistas minoritarios y emprendedores deportivos ni uno. Dicho esto, y analizando un poco en frío los detalles, está claro que hay que aprender muy mucho de los organizadores de estos eventos, pues son bien conocedores del tirón mediático que tienen nuestros estandartes futbolísticos. Lo que no está tan claro, es si dichos estandartes tienen clara la responsabilidad que recae sobre ellos al acudir a este tipo de eventos. Y el bien que podrían hacerle al resto de disciplinas, dando matices de todo lo que han hecho, y no sólo siendo marionetas de fotografía.
RankClub es una startup en fase inicial vinculada al fútbol. Como en todo comienzo, iniciamos con la máxima ilusión, siendo conscientes que empezamos en 4ª división regional de un lugar perdido. Nuestra obsesión contar casos de gente de éxito dentro de este duro mundo futbolero. Nuestra búsqueda en este caso se basa en encontrar gente como nosotros, que tengan como definición de éxito el ser humildes, crecer cada día, soñar muy grande pero ir partido a partido como dice el Cholo. Él nos enseña como acercase al éxito usando armas más allá de lo común.
Esto nos enseña como el fútbol hace bien muchas cosas. Lo malo, que tal vez el propio fútbol en general, aún no es consciente de sus capacidades:
Gestiones increíbles que generan ventas para los clubes por todo el mundo, psicólogos que serían capaces de motivar a Romario para que volviera a jugar en primera, másters de estudios y canteras copiadas y expuestas como casos de éxito por cada rincón del planeta. Todo esto, pese a quien le pese, el fútbol lo clava, y falta mucho de ello en el resto de disciplinas, el problema es que vende más lo otro. Los jefes de orquesta piensan más con el músculo llamado Euro que con el corazón.
¿Qué pasaría si el fútbol, aparte de ser el Rey, demostrase por qué es el Rey? No se le miraría con tanto recelo, tal vez, ayudaría al nivel que es capaz de ayudar, tal vez, sería la llave que podría cambiar a la sociedad, tal vez mostraría que el poder no está en el dinero, si no en lo que es capaz de generar.
Ahora es el momento, y tal vez seamos los de 4ª regional los que podamos dirigir el cambio, así que vamos a ello.
Texto:(RankClub)