Ayer se conoció la sentencia oficial contra la Real federación Española de Fútbol por permitir y tramitar la inscripción de futbolistas menores de edad que participaron en competiciones con el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Un Atlético, por cierto, que en la gala de la Liga de Fútbol Profesional presumió de equipo alevín de chicas al tiempo que conocía la multa que le iban a imponer.
Pero lo peor no es esto. Al fin y al cabo, ni es el primer caso ni será el último. Simplemente saltan a los medios a medida que se van destapando, aunque todo el mundo del balompié es perfectamente consciente (y cómplice) de estas prácticas.
Lo peor, sin duda, en sancionar por postureo. Decir que has multado y hacerlo de manera ridícula. Sabiendo que es más una decisión para la galería que una realidad palpable. Y no argumentamos esto desde el prisma de la opinión, sino del de los datos que queremos ofrecer a continuación.
¿Nos quieren explicar cómo es posible que algo tan grave como jugar con la carrera de niños menores de edad se salde con un pago de 200.000 euros, en un organismo que aprobó el 14 de julio de 2016 un presupuesto total de 153 millones de euros? ¿Qué mensaje se lanza a la base desde el profesionalismo?. Uno muy sencillo: tranquilo. Si le interesas a los grandes ya harán lo que sea por ficharte (aunque luego puedan dejarte tirado si dejas de serles útil). Total, si les pillan les van a hacer pagar calderilla…
No podemos estar hablando constantemente de valores, cantera e igualdad y seguir permitiendo esto. Pero lo cierto es que la mayoría de las Federaciones los apoyan. Porque, directa o indirectamente, siguen eligiendo a Ángel María Villar. Y mientras tanto, miran para otro lado siempre que caiga el dinero que tiene que llegar año tras año.