Más allá de su faceta como director de la Academia VCF, el ‘background’ de Jose Ramón Alesanco incluye casi tres décadas ligado al fútbol desde sus inicios en el País Vasco hasta su retirada en aquel Barça de Johan Cruyff, pasando por los banquillos de la Ciudad Condal y el extranjero.
En esta segunda parte de la charla con ESPORTBASE, el ex futbolista repasa sus orígenes y sus primeros contactos con el deporte, muy ligados a dos clubes que marcaron su carrera: el Athletic Club y el FC Barcelona.
ESPORTBASE: ¿Cómo empezó usted a jugar a fútbol?
JOSE RAMÓN ALESANCO: ¡Uf, yo tengo muchos años! (Risas) De pequeño me trasladé a vivir de un pueblo a otro en el norte, en Euskadi, y mi padre era muy aficionado y directivo de un equipo de fútbol. Cuando tenía catorce años tuvo la ocurrencia de llevarme a probar con uno de los equipos. Lo recuerdo bien porque no tenía ni botas para jugar, y el campo estaba embarrado. Fue en Llodio, en Álava, en un equipo que jugaba en Tercera. Hice la prueba con un grupo de chavales en un campo embarrado y con zapatillas. Ese mismo día me cogieron. Pasó todo muy rápido: ese año, cuando cumplí los quince, subí al primer equipo y jugué en Tercera. Y poco después, me fichó el Athletic.
EB: Evidentemente, aquella época guarda muy poca relación con la de ahora…
ALESANCO: Muy poca. Tuve a mi favor el físico, porque crecí muy rápido y era muy alto pese a ser tan joven. El físico me ayudó mucho en mis inicios.
EB: ¿Imaginaba usted de pequeño llegar a jugar en Primera con el Athletic o ganar Ligas y Copas de Europa con el Barcelona?
ALESANCO: No, la verdad es que no. Sí que teníamos en Bilbao una relación con esa familiaridad del Athletic Club, de pequeños todos aspirábamos a emular a los jugadores del Athletic. En esa época, cerca de casa sólo teníamos dos opciones: o frontón, o campo de fútbol, muchas veces de cemento. No había ni televisión ni otras diversiones.
EB: ¿También hizo sus pinitos como pelotari?
ALESANCO: También, también. Todavía me gusta mucho. Cuando estaba en Barcelona era habitual del jai alai, la cesta-punta. Cuando lo has mamado desde pequeñito, eso no se olvida. Luego es cierto que el físico no acompaña igual…
EB: En el País Vasco, esa cultura de la que usted habla se refleja perfectamente en ese orgullo que tienen todos los equipos pequeños cuando el Athletic Club se fija en uno de sus futbolistas en formación.
ALESANCO: Es una cuestión de tradición. No se cómo trabajan en la Real, hablo del Athletic porque lo conozco: cuidaba muchísimo todo su entorno en lo que respecta a los equipos, los ayudaban, ponían dinero… Como hay tan poco territorio para captar jugadores, hay que tenerlo bien trabajado.
EB: ¿Qué recuerda del trato diario en la escuela de Lezama?
ALESANCO: Muy bueno, porque sales de un pueblo como Llodio y llegas a Lezama, con unas instalaciones fantásticas con cinco o seis campos de césped natural, zonas cubiertas para trabajar… Era sensacional. Fichabas por el Athletic y te convertías de repente, con quince años, en una persona famosa en las fiestas de los pueblos. No pensabas ni en el Madrid ni el Barça, sino en poder jugar con la camiseta del Athletic.
EB: En el año 1980 marcha al FC Barcelona y allí juega hasta su retirada en 1993. Sabemos que es la etapa por la que más le preguntan y ya se ha dicho todo sobre aquella época. ¿Qué es lo primero que piensa después de retirarse?
ALESANCO: No tuve apenas tiempo para pensar, porque nada más retirarme entré en el staff de Johann Cruyff para ejercer de tercer técnico, junto a Charly Rexach. Poco después Johann me dijo que, además de estar con el primer equipo, ejercería un rol como director en el fútbol base del Barça porque Johann quería implantar ahí sus ideas. Había mucha cercanía entre el primer equipo y la Academia. Te mantiene en la rueda, pendiente de los entrenamientos, de las concentraciones, de los partidos… No te das cuenta de que has finalizado tu etapa como jugador.
EB: ¿Cómo fue su primer día como director de la escuela del Barça?
ALESANCO: Había dos personas, (Josep Lluís) Vilaseca y el señor (Oriol) Tort, que llevaban allí mucho tiempo. Imagínate: llegaba un jugador que acababa de retirarse del primer equipo y pasaba a ser su jefe. Obivamente, no tenía mucha idea, y les dije que yo llegaba para aprender de ellos. Con el tiempo vas aprendiendo, y se empieza a generar una forma de ver las cosas, siempre apoyado por Johann, que estaba muy presente en la Academia. El estilo, los entrenamientos, la forma de interactuar con los chavales… Como aprendiz, esos primeros tres años me sirvieron muchísimo. Nunca había pensado en meterme en el fútbol base, hasta que llegó el momento.
EB: Si tuviera que comparar el fútbol base que usted vivió como jugador con el que conoció como director de la Academia…
ALESANCO: Ni punto de comparación. La mayor diferencia es la infraestructura. No puedes comparar la situación del Athletic con la de otros sitios, porque sólo pueden captar jugadores de un espacio muy reducido. Primero sólo eran los pueblos, luego abrieron un poco el campo para incluir a la gente criada en Euskadi y los oriundos. La infraestructura del Barça era más grande, con más posibilidades, más gente trabajando en todo el país… En Bilbao era más familiar, más entrañable.
EB: ¿Y en la forma de jugar?
ALESANCO: Casi no lo recuerdo, pero de entrada no había tanto toque de balón. Había más juego directo, más físico, el Athletic ha conservado por tradición ese juego de abrir a bandas, centrar y rematar. El clásico extremo, llámase (Txetxu) Rojo o Dani (Ruiz-Bazán), que la ponía para que el delantero centro grandote rematase.
EB: Delantero… o defensa. Tiene usted el honor de dar nombre a un estilo o recurso que muchos entrenadores emplean: lo de subir a un central a rematar o bajar balones en los minutos es ir a por el partido ‘a lo Alesanco’. Piqué es uno de sus máximos exponentes en la actualidad.
ALESANCO: Ya hacíamos esto en el Athletic, con la Selección… Es lo más normal: vas perdiendo 1-0, miras quién va bien de cabeza y subes al remate al más alto o al de mayor envergadura. Coincidió que con Johann salió bien la cosa y sacábamos fruto. De alguna manera se asoció a mi figura, muchas veces oigo en televisión a los comentaristas recordarlo. Una de las características que tuve como jugador es que hice muchos goles, sobre todo en jugada de estrategia. Pero no es el invento del siglo… ¡todos los centrales que van bien de cabeza lo hacen! La clave es que salga bien.
EB: De 1993 a 2010 en la cantera del Barça, pero también tuvo su etapa como técnico…
ALESANCO: En la cantera hice de todo, y entrené a dos equipos en Rumanía durante dos temporadas. Fue una experiencia muy bonita porque había muchos talentos. También fui segundo de Charly Rexach cuando se hizo cargo del Barça.
EB: ¿Por qué cree que el fútbol base español y los técnicos de nuestro país están tan bien considerados en todo el mundo?
ALESANCO: Creo que la clave es la captación. Hay que tener un enjambre, una red de captadores que te permitan llegar el primero. Los equipos están en todos lados. La cuestión no es observar, es llegar el primero. No es pelear contra Madrid o Barça, tienes que ver tu primero al jugador, ver muchos partidos. Y en la formación no debes exigir al niño ganar, sino competir.
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