Amanecíamos la pasada semana con la noticia que nuestros compañeros de El Confidencial difundían a nivel nacional: la intención, por parte de una porción significativa de los clubes vizcaínos, de acabar con la mala praxis en lo que viene denominándose ‘tráfico de niños’ en el fútbol base de la zona.
Una cincuentena de clubes de Vizcaya (Amorebieta, Arteaga, Barrika, Balmaseda, Basurto, Bermeo, Deusto, Dinamo de San Juan, Elorrio, etc.) se han adherido a una iniciativa que arrancó el pasado mes de abril y que ya suma numerosos apoyos en la creación de la Plataforma para la Protección de Escolares en el Fútbol Vizcaíno, fundamentada en dos artículos que todos los firmantes deben cumplir:
- Queda prohibido que cualquier representante de un club -coordinador, entrenador o directivo- se ponga en contacto con el representante legal de un jugador o con el mismo jugador para que cambie de equipo. Sí está permitido que el jugador o su representante legal se pongan en contacto directamente con otro club, siempre y cuando ese equipo no les haya llamado previamente. Hasta que el club de salida y el de entrada no se pongan de acuerdo, no se haría efectivo el cambio de equipo.
- Queda prohibido no respetar y cumplir estrictamente las recomendaciones que la Diputación Foral hace con respecto a la proximidad en la práctica del deporte en edad escolar, algo que muchos equipos siguen incumpliendo en la actualidad instigando a los padres a empadronarse en otro lugar.
No vamos a descubrir que el ‘mercadeo de niños’ en las categorías de formación está a la orden del día, para desgracia de la gran mayoría de clubes, técnicos, formadores y -por descontado- medios como ESPORTBASE que son totalmente contrarios a dichas prácticas. No nos gusta ver casos en los que algunas entidades toman la decisión de prescindir de jugadores en bloque al acabar cada temporada, con la excusa de mejorar la competitividad de sus equipos sin tener en cuenta al niño. Tampoco las triquiñuelas ni los subterfugios para que, hecha la ley, se tarde dos ratos en hacer la trampa.
Sin embargo, el fútbol valenciano todavía no ha dado un paso al frente. Se atisbó un principio de avance en el pasado Congreso de Fútbol Base, pero sigue sin haber un gran acuerdo para evitar este tipo de prácticas en nuestro fútbol. ¿Estamos quedándonos atrás con respecto al resto de España? ¿Debería tomar la FFCV cartas en el asunto? ¿O son los propios clubes los que deberían hacerse fuertes y firmar un pacto similar al de Vizcaya para abogar por una buena praxis con los niños y afear y denunciar estos comportamientos en aquellos que los lleven a cabo? Queda abierto el debate.
Es lo que ha ocurrido recientemente en el Cotif.
Casi todo eran Seleccones…no eran equipos.
Niños elegidos cómo si fueran mercancía con el único objetivo de ganar el torneo
Hola sportbase.
Soy padre de un niño en edad infantil y os aseguro que ningún club tira en bloque a ningún niño. Sabéis porque ? Porque esto se ha convertido en un negocio para las escuelas donde lo que más importa es que el padre pague la cuota mensual. Es posible que dentro del club hayan equipos «más potentes» por la calidad de los niños y que ese equipo prime la clasificación sobre la educación. Pero no tenemos que olvidárnos que son entidades privadas y que pueden hacer lo que quieran. Yo como padre sino me interesa me voy a otro club y se acabó.