Carles Senso
Texto e Imagen
En un año especialmente convulso por la guerra de Siria y la huida obligada de miles de personas hacia Europa, el COTIF de l’Alcúdia quiso dar un paso al frente en su apuesta por la solidaridad, demostrando que desde hace años es mucho más que un torneo de fútbol. Una selección alevín de jóvenes saharauis (niños de 10 y 11 años) disputará el campeonato COTIF Promeses 2016 de su categoría.
Procedentes de los campamentos de refugiados situados en Tinduf (territorio de Argelia), los niños han podido pasar el verano en territorio valenciano gracias a la Federació d’Associacions de Solidaritat amb el Poble Sahrauí del País Valencià a través de su programa “Vacaciones en Paz”, mientras que su participación en el COTIF ha podido concretarse gracias al trabajo llevado a cabo en el último año por la asociación Cucop, Cultura y Cooperación.
Lagtab, Mohamed Ali, Alien o Said son algunos de los niños que disputarán el COTIF ante equipos como el Valencia CF, Malilla, Selección Soccer Team, l’Alcúdia o Selección del Alcoià. Como preparación para la gran cita, participaron hace unos días en un partido amistoso que se organiza en la localidad de Puçol cada año para unir el fútbol con la reivindicación política, reclamando el referéndum de independencia para el Sáhara Occidental. El conjunto saharaui, eso sí, tuvo que ser complementado con la presencia de algunos jugadores locales por la ausencia en territorio español en esas fechas de todos los jugadores que sí disputarán el COTIF. Será una experiencia inédita en la historia de la región.
El fútbol es una pieza fundamental del engranaje de los campos de refugiados de Tinduf, donde vive la población saharaui desde hace más de cuarenta años. Los jóvenes (que han nacido allí y no conocen otra realidad nacional que la que se desarrolla en medio del desierto) organizan partidos todos los días y juegan descalzos durante horas. Además, siguen la Liga española con pasión y conocen las alineaciones de los principales equipos al dedillo, utilizándose el deporte rey como válvula de escape para una sociedad que padece carencias básicas insostenibles.
Buena parte de la población padece necesidades alimenticias y un tercio de las mujeres sufre anemia crónica. Las ONG presentes en el desierto consideran que se vive una crisis humanitaria agravada por la aparición de otros focos bélicos que redirigen la atención solidaria mundial. Los saharauis presentes en Tinduf sobreviven gracias a la ayuda internacional por la imposibilidad de organizar estructuras mínimas de Estado en medio del desierto, donde se sufren temperaturas extremas que llegan a los 55 grados centígrados.
Varios ayuntamientos como l’Alcúdia o Almussafes, la Diputación de Valencia o el Valencia CF se han querido volcar con la iniciativa solidaria y han facilitado material o fondos económicos para hacer real el sueño de los jóvenes refugiados, que estarán durante doce días concentrados en un hotel de l’Alcúdia gracias al comité organizador del COTIF, que costeará el establecimiento y la manutención. Todo para que los chicos puedan, durante semana y media, vivir al máximo una experiencia única.