El ‘hype’ o expectación en los Estados Unidos se dispara en cuanto surge algún futbolista que destaque entre la multitud, algún jugador que sea capaz de llevar a corto o medio plazo la bandera del fútbol en un país que cuenta cada vez con más practicantes, pero cuya referencia mediática -en lo que a fútbol masculino se refiere- sigue siendo el recientemente retirado Landon Donovan.
Desde hace un par de años, el jovencísimo Christian Pulisic es uno de esos jóvenes talentos que los norteamericanos siguen con atención. De padre croata y nacido en Hershey, Pennsylvania (1998), hace un año el departamento de captación del Borussia de Dortmund vio en el un potencial tremendo y se hizo con sus servicios cuando sólo contaba con 17 años. Tras militar en el equipo filial y mientras compatibilizaba con sus convocatorias con las selección inferiores de EE.UU., Pulisic debutó en Bundesliga en febrero de 2016 con el Borussia.
Una trayectoria meteórica que ya se adivinaba hace casi una década: con sólo nueve añitos, Pulisic ya hacía auténticas ‘diabluras’ con la pelota. Un volante ofensivo con una técnica individual depuradísima al que tendremos que prestar mucha atención.