Pocos técnicos en la Comunitat Valenciana poseen un conocimiento intrínseco tan amplio del fútbol de nuestra tierra. En el caso de Paco López (Silla, 1967), además, su amplia trayectoria como futbolista y técnico en clubes como el Villarreal, Catarroja, Benidorm, Alcoyano, Cartagena o Valencia Mestalla sirven como aval de primer nivel. En 2013, tras media temporada en un filial valencianista al que sacó de las profundidades y salvó del descenso a Tercera, los cambios en la cúpula del club y un acto de nobleza (se negó a firmar la renovación de su contrato, encima de la mesa, hasta saber si los nuevos gestores contaban con él) le dejaron fuera del nuevo proyecto.
El Villarreal CF, hábil, se movió con rapidez para hacerse con sus servicios al frente del Villarreal C, que se hallaba en una situación delicada. Año y medio después de regresar a la cantera en la que comenzó su formación como técnico, López comanda a un Villarreal B que es líder del Grupo III de Segunda División B no sólo mostrando unos resultados envidiables, sino una personalidad y estilo de juego de altos vuelos.
ESPORTBASE (EB): ¿Qué recuerdo guarda de su etapa de jugador?
PACO LÓPEZ (PL): Empecé en mi pueblo, en el Silla, y ya pasé en edad juvenil al Valencia donde pasé siete años. Fui un trotamundos: Torrent, Hércules, de ahí al Extremadura, luego al Levante de Juande Ramos en el que estuvimos a punto de ascender, Castellón, Murcia, Gandía… Me lo dejé a los 34 años, y ya me centré en la faceta de entrenador.
EB: Ahora vive un momento dulce, entrenando al líder de Segunda División B y, además, practicando un fútbol muy vistoso.
PL: El Grupo III de Segunda B es muy igualado, pero estamos manteniendo una regularidad que no es habitual en un filial con jugadores tan jóvenes. La realidad dice que el nivel de juego es muy bueno, nos hemos mantenido en los dos o tres primeros puestos desde que arrancó la temporada y queremos seguir así.
EB: En Valencia, Villarreal y más clubes, usted siempre ha entrenado a futbolistas muy jóvenes. ¿Cómo debe manejarse un entrenador con jugadores que están acabando su etapa de formación?
PL: Afortunadamente, he podido gestionar grupos de todo tipo, más experimentados o muy jóvenes. Aprendes muchísimo. Es un trabajo muy grato, y en el caso de los jóvenes de canteras tan importantes como Villarreal o Valencia todavía lo es más porque les ayudas a intentar alcanzar su máximo nivel.
EB: ¿Cómo se logra el equilibrio entre la necesidad de experiencia y veteranía, y la sangre nueva que aportan los jóvenes que acaban de subir a un equipo filial?
PL: Es muy difícil. Y más en un filial, dado que el resto de equipos de la categoría suelen tener más experiencia. A los jóvenes hay que tratarlos de manera especial, están en la última etapa de su formación y la primera competitiva. El equilibrio se logra inculcándoles que sólo lograrán sus objetivos individuales a través del rendimiento colectivo. Somos un equipo. Hay que ayudarles a que compitan al máximo.
EB: Usted pasó siete años en la base del Valencia. ¿Cómo era usted como canterano?
PL: Fue una época muy bonita. Esos recuerdos nunca se olvidan: limpiarte las botas el día anterior, ¡con grasa de caballo! Iba a las carnicerías de mi pueblo a pedirla. Las limpiaba y me quedaba mirando cómo brillaban, esperando la noche de antes a que llegase el partido. La ilusión de ir a jugar. Los campos de tierra, cuando estaban recién regados, que te parecían una maravilla. (Risas) Luego llegabas a Paterna y alucinabas con el césped natural, sobre todo cuando te habías acostumbrado a campos de tierra, muy irregulares. Aquello era espectacular.
EB: ¿Cómo fue el cambio de futbolista a sus primeros pasos como entrenador?
PL: Enorme. Hasta que no empiezas a entrenar no te das cuenta del giro de ciento ochenta grados que supone. La experiencia como futbolista ayuda, eso sí. Cuando eres jugador piensas sólo en lo tuyo, cuando eres entrenador piensas en lo que necesitan veintidós o veinticinco personas. Al tratar con jóvenes, la idea es siempre la de ayudarles y de que entiendan de la necesidad del éxito colectivo.
EB: Dalmau, Carlos Delgado, Salva Ruiz, Portu, Rober Ibáñez, Armiche, Fede Cartabia, Álex Cortell… y un tal Jose Luis Gayà. ¡Vaya equipo aquel Valencia Mestalla de 2013!
PL: Me quedo con lo positivo. Fue una época difícil para el filial, cuando llegué el equipo iba penúltimo a ocho o nueve puntos de la salvación, pero supimos darle la vuelta. Al final, los problemas institucionales hicieron que saliese del club tras la llegada de Amadeo Salvo y de Rufete. Pude entrenar a un club en el que había pasado muchos años y en el que aprendí muchísimo.
EB: Y llegó el Villarreal…
PL: Fue un caso similar, el Villarreal C iba último en Tercera División. Me llamó Fernando Roig y, aunque la idea no era entrenar en Tercera, conocía la casa y tenía ganas de entrenar en una de las mejores canteras. Asumí el reto y, a final de temporada, estuvimos cerca de jugar promoción de ascenso. El año siguiente me hice cargo, y a fecha de hoy puedo decir que la experiencia está siendo espectacular. La Ciudad Deportiva es maravillosa, hay unos jugadores buenísimos y el día a día es muy bueno para trabajar con los chicos. Este año no podemos pedir más: líderes y con dos o tres jugadores que ya han debutado con el primer equipo.
EB: El Villarreal nunca ha tenido reparos en echar mano de chavales cuando había lesiones o sanciones en el primer equipo.
PL: Por supuesto, sabemos que el objetivo principal de un club de cantera es ese. Formar la mayor cantidad de jugadores posible para que pueda jugar en el primer equipo. Es un ejemplo a seguir.
EB: Tiene usted a dos hijos también compitiendo… ¿Cómo es el Paco López que anima desde la banda?
PL: Los dos son juveniles, uno de primer año y otro de segundo. Uno está en el Silla y el otro en Huracán. La verdad es que siempre he intentado mantenerme en segundo plano, siempre observando desde un rinconcito y disfrutando con ellos. No he sido muy pesado, siempre les he dicho desde pequeños que lo disfrutaran y se esforzaran, dos de los valores más importantes que pueden tener los chicos.
EB: ¿Hay algo que, como padre, no le guste del actual fútbol base en la Comunitat?
PL: Como padre, a veces ves a otros padres exaltados, y no se dan cuenta que con determinadas actitudes ponen nerviosos a sus hijos y no les ayudan. Siempre debemos apelar a que se ayude a los chicos, que sean capaces de inculcarles valores muy importantes a través del deporte, y no ir más allá del esfuerzo y la diversión. Si su sueño es ser futbolista, que sean capaces de esforzarse y ponerle empeño y perseverancia, sabiendo que no todo el mundo puede ser futbolista de primer nivel, pero sí cumplir su sueño de hacer lo que más le gusta. La capacidad de superación es lo más importante.