Nos levantábamos este martes con una importante noticia procedente del Reino Unido, según la cual la Federación Inglesa de Fútbol (FA) habría pedido a los medios de comunicación que no publiquen los resultados de los partidos de niños en categorías de formación (alevines e inferiores). Su argumento: que, dado que los resultados abultados son frecuentes, su difusión supone un desánimo para los niños militantes en el equipo derrotado. La FA sí invita a la prensa a seguir publicando los resúmenes de los partidos de futbolistas menores de 11 años, aunque omitiendo los resultados y clasificaciones tanto en su versión digital como impresa.
Evidentemente, en ESPORTBASE tenemos nuestra propia línea editorial respecto al asunto. Quizá la mayor debilidad de esta medida se base precisamente en su argumentación, basada en un estudio elaborado en 2012 que, según la FA, demostraba que «los marcadores abultados tenían un efecto disuasivo en muchos jóvenes» y podían llevarles a abandonar el fútbol. «Pretendemos que el fútbol se centre más en los niños y menos en los resultados, para favorecer el desarrollo a largo plazo de los jugadores», añadió el portavoz de la FA.
La medida, como es lógico, ha suscitado controversia en el fútbol inglés y, por extensión, en el resto del mundo. Principalmente, porque la FA pretende condicionar una línea informativa que, en la mayoría de los casos, se limita a la transmisión objetiva de datos; y, también en gran medida, que suele tener un gran respeto, cariño y delicadeza a la hora de tratar material sensible que tiene a los más pequeños como protagonista.
Desde el primer día, ESPORTBASE ha apostado –como quedó reflejado en nuestro compromiso fundacional– en eliminar del vocabulario empleado expresiones que puedan afectar a la psicología o deseo de los niños por disfrutar del fútbol. De hecho, cuando estos resultados abultados se producen, nuestros cronistas se esmeran en destacar el buen trabajo del equipo ganador, sin incidir en la dureza de la derrota para el equipo perdedor. Además, tal y como gran parte de los psicólogos deportivos sostienen, también los días malos y las derrotas ayudan a forjar un carácter fuerte y valiente en los más pequeños. No se les puede meter en una ‘burbuja’ aislada de elementos negativos que sí estan presentes en el mundo real. El ejemplo vivido hace una semana en Ayelo de Malferit demuestra perfectamente cuál es el equilibrio que debemos alcanzar en la formación de los futbolistas.
Todas los puntos de vista son bienvenidos en el gran debate del fútbol base y las categorías de formación. Y usted, ¿qué opina de todo esto?